XIV Semana Nacional de la Seguridad Vial promueve la movilidad saludable

Seguridad y educación vial, salud, atención a las víctimas, actualización de normativa jurídica y articulación con los Gobiernos Departamentales son algunas de las áreas que se abordarán en la XIV Semana de la Seguridad Vial. El titular de la UNASEV, Alejandro Draper, recordó que la unidad basó su línea de trabajo en cuatro pilares: educación, descentralización, fiscalización y coordinación interinstitucional.
La apertura de la semana se realizó en la jornada de ayer, lunes, en el salón de actos de Presidencia de la República, con la presencia del Ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), José Luis Falero; el Director General de Presidencia, Hebert Paguas, y el Presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV), Alejandro Draper.
Para esta edición, el lema escogido es “No importa cómo ni en qué nos movemos. Debemos tener siempre prendida la alerta y elegir la vida”. A partir de esa consigna, se desarrollarán acciones públicas orientadas a promover la reflexión y sensibilización respecto a la seguridad vial, para fomentar una movilidad saludable.
En la apertura, Falero destacó la importancia del trabajo interinstitucional en el diseño e implementación de las políticas sobre seguridad vial abordadas desde una mirada integral y con la convicción de que se debe actuar rápido “frente a esta pandemia silenciosa”.
Explicó que desde el Ministerio de Transporte se concretan intervenciones específicas para mitigar la problemática del tránsito, ya que, según dijo, hay que tomar medidas inmediatas que ayuden a mejorar las acciones de los conductores en las rutas nacionales.
En ese sentido, informó que se está incorporando el sistema electrónico de control a través de 12 radares y que en las próximas semanas se hará un llamado a licitación para sumar nuevos dispositivos. “Es fundamental alertar al conductor sobre las zonas de peligrosidad, para que tenga la información necesaria a la hora de conducir”, indicó.
Además, destacó que también se trabaja en una serie de obras en rutas nacionales con calidad constructiva adecuada, señalización vertical, adecuación de rotondas, entre otras medidas. “Uruguay está llamado a grandes cambios, y la red vial nacional y departamental no puede estar ajena a esos cambios y a las nuevas tecnologías”, finalizó.
Por su parte, el Director General de Presidencia afirmó que la siniestralidad en el tránsito es una pandemia silenciosa que impacta en la vida social, laboral y económica de las víctimas y sus familias y que, por ello, necesita políticas de Estado que trasciendan los gobiernos y que articulen entre lo departamental y lo nacional.
En su intervención, Draper explicó que la UNASEV se trazó una línea de acción para estos años de trabajo que se basa en cuatro pilares y que necesariamente deben funcionar integrados para lograr los resultados esperados: educación, descentralización, fiscalización y la coordinación interinstitucional.
Recordó algunas de las acciones realizadas por la UNASEV, entre las que destacó la firma de convenios marco con instituciones para promover medidas como la cooperación, el primer curso universitario de seguridad vial, que comenzó en la Universidad de la República (UdelaR) Regional Norte, la incorporación en educación primaria y media de la materia educación vial y la difusión de charlas de manejo seguro junto al Banco de Seguros del Estado (BSE).
Además, se firmarán dos convenios que incorporan nuevas perspectivas de estudio con relación a las posibles causas de siniestralidad vial; uno con la Asociación del Sueño del Uruguay, donde se profundizará en la temática de sueño y conducción, y otro; con la Facultad de Medicina, que promoverá la investigación de la incidencia de los fármacos en la conducción y su peligrosidad.
Posteriormente, Magela Negro Brum y Elena Fagúndez, integrantes de UNASEV, junto a Augusto Müller, de la Academia Nacional de Medicina, presentaron el primer “Estudio carga global de datos. Análisis de la pérdida en salud por discapacidad y fallecimiento, un trabajo de investigación de la Unidad referido al impacto de las consecuencias de siniestralidad en demografía, economía y calidad de vida de los uruguayos”.
Como metodología, se usó el denominado indicador AVAD (años de vida perdidos por muerte prematura y discapacidad), a partir del cual se obtiene la información sobre las enfermedades que quitan años de vida saludable a la población.
El estudio concluye en que los años de vida saludable perdidos por siniestros de tránsito en el período 2015-2019 en Uruguay superan los 32.000. Esto representa, en términos monetarios, un promedio de 525 millones de dólares de impacto económico, lo que se traduce en un 0,92% del producto bruto interno (PBI) anual.

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