NORTE dialogó con el Dr. Heber Díaz, asesor jurídico de la Dirección General de Tránsito y Transporte, quien actualmente se desempeña como Director interino de dicha repartición.
El jerarca se refirió al tema expresando que “se trata de un tema que no sólo preocupa a la Dirección de Tránsito, por cuanto le incumbe, sino que a la sociedad riverense en general en la medida que es doloroso la pérdida de vidas jóvenes, en estos siniestros, ya que no podemos hablar de accidentes en la medida que se trata de situaciones previsible. Si conduzco una moto y desarrollo una velocidad importante, por más casco que se utilice, al tener un impacto seguramente las consecuencias serán complicadas.
Al día de hoy en Rivera hay 25.543 motos, se trata de un número que nos supera teniendo en cuenta especialmente que esas motos circulan diariamente por las principales arterias de la ciudad, las que evidentemente estaban pensadas y diseñadas para otro tipo de circulación, por lo que si no hay un respeto estricto de las normas de tránsito hay una posibilidad casi cierta de ocurrencia de un siniestro.
Desde la Dirección General de Tránsito y Transporte, se desarrolla en una primera etapa una tarea educativa, tratando que la población en general, ya sea en su calidad de peatón o conductor, sean conscientes que deben respetar las reglas de tránsito, en especial para los motociclistas, que deben circular a velocidad moderada y utilizar el casco. Asimismo se trabaja fuertemente en la vigilancia a través de la tarea inspectiva, aplicándose las multas correspondientes”, indicó.
Preguntado respecto a la permanente violación de las normas de tránsito en general y en especial de parte de los motociclistas, dijo que “el uruguayo en general y el riverense en especial tiene una idiosincrasia muy especial. Personalmente entiendo que el ser un país alfabetizado no significa una población culta y menos en seguridad vial. La gente concurre a realizar el cursote manejo defensivo y lo toma como un requisito más a llenas en la obtención del permiso para conducir y no como un aporte a tener en cuenta incluso en defensa de su propia vida. Recordemos que las normas de tránsito no fueron creadas por el mero hecho de molestar sino que precisamente para la prevención de accidentes.
Seguramente no tenemos la cantidad ideal de inspectores de tránsito, pero aunque así fuera, la responsabilidad de la circulación vial corre por cuenta de cada conductor. La situación es tal que por ejemplo los franceses hablan de una ‘guerra en el asfalto’, hay una verdadera violencia vial, la cortesía que era uno de los aspectos que ayudaba a mejorar las condiciones, ya no se tiene en cuenta, cada uno intenta avanzar primero u ocupar un espacio primero.
En definitiva hay falta de educación vial, sobre lo que precisamente viene trabajando la intendencia. Sin embargo teniendo en cuenta especialmente la experiencia española, para mejorar esta situación lo que hay que utilizar es la multa, la que debe ser rigurosa. Ocurre que el bolsillo es un órgano muy sensible al ser humano, de esta manera el conductor recuerda que si comete la infracción será castigado fuertemente con una multa.
En Rivera venimos trabajando desde hace un buen tiempo en el aumento del código de sanciones, aunque desde la UNASEV se ha planteado la posibilidad de aumentar fuertemente el valor de las multas, haciéndolas uniformes en todo el país. De cualquier manera si el conductor no respeta las normas de tránsito poco podemos hacer desde el estado, no podemos tener un inspector de tránsito en cada esquina y a todas horas del día”, finalizó.
PROBLEMÁTICA EN TRÁNSITO TAMBIÉN
PREOCUPA A SECTOR EMPRESARIAL
La situación en el tránsito es cada vez más preocupante y el tema no escapa a ninguno de los actores involucrados. NORTE dialogó con Carlos Sánchez, principal del comercio más importante y antiguo en el ramo de comercialización de ciclomotores en nuestro medio.
El empresario dijo al respecto que “El tema de las motos es complicado en la medida que ha explotado en los últimos años, con un crecimiento inesperado en el número de motos que circulan en la ciudad, lo que significa que le falte al motociclista la cultura necesaria para desempeñarse en el tránsito, ello de manera independiente a factores tales como la inconsciencia o el alcohol.
Desde nuestro punto de vista la solución pasa por un sistema de “tolerancia cero”, es decir si se infringe la ley debe ser castigado, ser retenida la moto y responsabilizar debidamente a los padres del menos infractor. Es duro, es malo decirlo, pero parecería no hay otra manera, en la media que es evidente que no se respetan las normas.
Si luego del siniestro lográramos ponernos en lugar del damnificado, entenderíamos mejor. Debemos tener conciencia de no dirigir un vehículo alcoholizado o drogado. El tema es muy simple pasa por el respeto a las normas de tránsito. En 2002 propusimos desde la Asociación Comercial e Industrial, varias medidas para el tránsito pero lamentablemente eso quedó en la nada”. Indicó.
Preguntado si hay algún consejo especial a jóvenes que concurren a su negocio a comprar una moto, el empresario dijo que “ya ha pasado de jóvenes que vienen muy acelerados a comprar la moto, por o que trato de hablar con los padres. Está bien que defiendo mi negocio y quiero vender la moto, pero no a costa que en un mes o dos estemos en un velorio.
Entiendo entonces que hay padres que deberían preguntarse primero si vale la pena comprarle la moto a su hijo y sería bueno que si el muchacho comete una infracción, sea el propio padre quien comience por retenerle el vehículo. Vale la pena hacer la salvedad que estamos hablando de un porcentaje menor de jóvenes que son infractores contumaces, la mayoría de ellos es respetuosa de las normas. No olvidemos que también son muchos los adultos que no se comportan en el tránsito como debieran. Lamentablemente creo que lo que prima es la falta de sentido común”, finalizó.