El Club de Leones Rivera Chico, tiene el orgullo de estar integrado al Programa Leones Educando Uruguay 2007, nos dijo la integrante de este Club de Servicio, Santurio.
Es un Plan Piloto y se desarrolla en más de treinta países en el mundo entero.
Para implementar este programa se necesitaba una Institución de enseñanza privada carenciada y el Club elige al Colegio Evangélico, para trabajar con ellos durante tres años: (2008-2009-2010).
Este Programa se ha puesto en marcha por primera vez en el Uruguay en quince Clubes de Leones (cinco en el interior y diez en la capital).
Para desarrollar el Programa, hubo que realizar en Montevideo un Curso de orientación para Leones y Docentes del Colegio con un Orientador Internacional, de tres días con los gastos pagos por los Leones.
El Colegio recibe material didáctico para docentes y escolares.
El objetivo es incentivar en los niños la enseñanza de habilidades para la vida, esenciales para la supervivencia en esta sociedad que hoy vivimos, fomentando una educación positiva tanto en la escuela, hogar y comunidad que les permita liberarse de la amenaza de las drogas y otras adicciones, así como de la violencia en su vida cotidiana.
Incentiva además la comunicación fluida entre padres, estudiantes y la escuela, para que éstos sean capaces de fortalecer sus valores familiares y mejorar la experiencia educacional a sus hijos.
Al principio del año 2008, se incorpora el Programa Leones Educando dentro del currículo de los cursos de tercero y cuarto y en el año 2009 se trabaja con todos los años escolares.
El Club de Leones Rivera Chico participa en Proyecto de Aprendizaje mediante el Servicio, dando charlas sobre: Higiene bucal, alimentación saludable y factores de riesgo cardiovascular.
Se hacen estudios de agudeza visual, a niños, incluso a maestros y empleados.
Para los que tienen problemas visuales se les consigue consulta con oftalmólogo en el hospital y a los que tienen problemas económicos se le donan los lentes.
Estudio de glicemia en niños, maestros y vecinos.
Se provee recursos financieros como materiales de escritorio, los trámites y la instalación del servicio de Bomberos para la colocación de bomberitos en la institución, cuyo gasto correrá por cuenta del Club de Leones.
Los padres han aportado para la compra de pinturas para paredes y confección de cortinas del aula.
El grupo de cuarto año logra a través de una rifa de portalápices (ideados y hechos por ellos), junto a los padres y vecinos, el dinero para comprar un pizarrón de cármica para el aula.
Los maestros están muy entusiasmados y conformes con el resultado que están obteniendo y han encontrado que los niños participan voluntariamente y realizan trabajos en forma grupal, comprendiendo la importancia y el valor del trabajo compartido.
Para promover el desarrollo positivo de los adolescentes, es necesario que las familias, los educadores y los miembros de la comunidad trabajen en equito para crear una red abarcadora de apoyo.
Tienen que dejar de ver a nuestros jóvenes como “un problema” y deben verlos como “un recurso” que puede hacer una diferencia positiva en el mundo.
Con nuestra comprensión, guiándolos y educándoles, podemos alterar la historia, ya que a partir de posibilitar la formación de personas que vean y vivan en positivo y que trabajen por hacer sentir bien a los demás, el mundo será muy diferente al que se les brinda hoy.
