Este año, el Plan Juntos del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente trabaja con 671 familias en noventa y siete programas que están en ejecución. Así lo confirmó la titular de la cartera, Eneida de León (en la fotografía), quien junto a Cecilia Cairo, del Plan de Mejoramiento de Barrios, inauguró dieciséis intervenciones en Melo y apuntalaron el comienzo de otras diez en diferentes zonas del departamento de Cerro Largo.
El Plan Juntos está presente en los departamentos de Rivera, Tacuarembó, Montevideo, Canelones, Cerro Largo, Colonia, Durazno, Florida, Paysandú, Río Negro, Rocha, Salto, San José y Treinta y Tres. De León explicó que la finalidad del ministerio a su cargo es atender primariamente a toda la población más vulnerable, que es la tiene más dificultades para integrarse a la sociedad.
En ese marco, destacó que el Plan Juntos es integral y, conjuntamente con el Plan de Mejoramiento de Barrios y Realojos de la Dirección Nacional de Vivienda, “se lleva a cabo un trabajo coordinado que, técnicamente, tiene muchos aspectos positivos, porque redundó en el aumento de intervenciones en catorce departamentos y la firma de más convenios con las intendencias con el objetivo de intervenir en las capitales y en zonas dispersas”.
¿QUÉ ES EL PLAN JUNTOS?
El Decreto del Poder Ejecutivo Nº 171/010 del 31 de mayo de 2010, y posteriormente la Ley Nº 18.829 “Plan Nacional de Integración Socio-Habitacional Juntos” declaran la emergencia socio-habitacional de la población en situación de pobreza extrema, consecuencia del deterioro socioeconómico y de la falta de oportunidad de acceso a la vivienda y hábitat digno.
En virtud de ello, se creó el Plan de Integración Socio-Habitacional Juntos como una herramienta necesaria para contribuir desde el Estado y con la mayor celeridad posible a hacer efectivo el derecho a un hábitat digno de la población más vulnerable, imaginando y construyendo participativa y solidariamente, un mejor futuro.
Su misión es contribuir, a través de la realización de acciones estratégicas de impacto socio-habitacional, a la mejora de la calidad de vida, la integración socio-espacial y el fortalecimiento de la participación de los sectores de la población que viven en situación de pobreza extrema, asumiendo la problemática en toda su integralidad; aportando al diseño y creación de mecanismos e instrumentos de políticas sociales y habitacionales; y contribuyendo y participando en la concurrencia y concertación de los actores y agentes (públicos, privados, sociales) intervinientes en los procesos de transformación-construcción del hábitat popular.