En la jornada de ayer, miércoles, la Cámara de Representantes aprobó de manera definitiva un proyecto de ley que busca prohibir el uso de pirotecnia estruendosa con un nivel de ruido superior a los 105 decibeles. La medida fue respaldada por los 89 legisladores presentes, quienes aprobaron las modificaciones propuestas por el Senado al texto original del proyecto, iniciado en 2021 en respuesta a las demandas de grupos vinculados principalmente a personas con Trastorno del Espectro Autista y defensores de animales.
La diputada Silvana Pérez Bonavita (CA-Montevideo) destacó que, aunque algunos defensores no están completamente satisfechos con la regulación, esta ley representa un paso positivo inicial. Subrayó que la legislación aprobada ya elimina el 30% de la pirotecnia perjudicial del mercado y anunció la presentación de otro proyecto que busca prohibir todos los fuegos artificiales que superen los 90 decibeles y que tengan como único propósito únicamente generar ruido.
Pérez Bonavita enfatizó los daños causados por la pirotecnia en animales y humanos, tanto por el estruendo como por los accidentes asociados a su uso. La ley, una vez promulgada, impedirá la importación, fabricación o comercialización de fuegos artificiales con un nivel de ruido superior a 110 decibeles. Además, después de dos años de vigencia, el límite máximo permitido para los “artefactos pirotécnicos de estruendo” se reducirá a 105 decibeles, según lo establece el texto aprobado.
La única excepción contemplada es para los fuegos registrados en el Servicio de Material y Armamento del Ministerio de Defensa Nacional, considerados “esenciales” para actividades como aeropuertos, protección agrícola, eventos autorizados y “otras situaciones debidamente justificadas”.
Tras la aprobación parlamentaria, la Cámara Uruguaya de Fuegos Artificiales (CUFA), que fue consultada antes de la aprobación, emitió un comunicado destacando la importancia de la unificación de criterios en una ley, aunque calificó la regulación como “muy estricta” y desafiante. La CUFA expresó la necesidad de que el sector se adapte y busque apoyo de proveedores, principalmente de China, para desarrollar productos atractivos dentro de las nuevas limitaciones, considerando los 10.000 emprendimientos familiares que dependen de la venta de fuegos artificiales como una fuente de ingresos significativa.
De acuerdo con los promotores de la medida, la prohibición de la pirotecnia de estruendo apunta a la protección de la salud humana y animal, la reducción de accidentes, la disminución de la contaminación acústica y ambiental, y la prevención de incendios. Busca mejorar la calidad de vida y fomentar prácticas más seguras y sostenibles en las celebraciones festivas.