Ante la situación de emergencia sanitaria la Intendencia Departamental exhortó a la ciudadanía de Rivera a “extremar las medidas preventivas en lo que refiere a la no concurrencia a actividades religiosas, a espacios deportivos cerrados, academias, clubes, canchas de fútbol y toda otra actividad que no posibiliten mantener las pautas de distanciamiento físico”.
En ese sentido, la Intendente Departamental de Rivera, Prof. Alma Galup, anunció ayer que la Intendencia y la Policía fiscalizarán distintos tipos de actividades sociales y deportivas como forma de evitar la expansión del COVID-19 en la capital departamental. “Estas actividades estaban desaconsejadas desde el 13 de marzo”, recordó Alma Galup.
La jefe comunal aseguró que le constaban algunos incumplimientos. “Las personas al frente de las celebraciones religiosas son las responsables de que estas reuniones no sucedan. Me consta que había este tipo de reuniones, así como la realización de deportes de contacto”, dijo. Estas declaraciones se realizaron luego de saberse que uno de los focos de contagio fue una celebración religiosa.
“Cuando hablamos a personas al frente de una empresa, un local, una actividad religiosa… ellos saben que son núcleos que congregan gente. Eso no debe hacerse. Sin embargo, tengo la información de que también había canchas funcionando”, comentó.
Anunció que, a pedido del propio presidente Luis Lacalle, equipos de fiscalización de la Intendencia colaborarán con la Policía. La Intendencia concurrirá con la Policía a eventos deportivos o religiosos y “encontrará medios para que los ciudadanos entren en razón”.
“Me constaba algo con respecto a celebraciones religiosas. Hoy en día existen formas de comunicación que hacen que uno se entere. No teníamos elementos, nunca usamos la fuerza, nunca prohibimos o multamos. Pero las personas deben tener en cuenta que tienen que tener todo en regla. Vamos a tener que estar atentos para que estén en condiciones para que puedan permanecer abiertos”, dijo, en el sentido de que otras irregularidades permitirían a la intendencia cerrar locales o cancelar eventos.
Galup explicó que la Intendencia Departamental de Rivera tenía la mira puesta sobre la actividad comercial, que es estrictamente su competencia. “Sobre eso vamos a establecer un control, pero creo que ahí no va a estar directamente el problema”, anunció. “Lo otro es explicar al ciudadano que eso no debe de ocurrir”.
Agregó que “creo que, yendo, explicando, identificando… la gente va a responder y entender. Existe también una mirada social que, frente a esta situación, hará que el ciudadano que no cumpla se sienta mal mirado por aquellos que se van a sentir afectados en su condición sanitaria”, dijo. La Intendente de Rivera adelantó que “el foco estará en lo comercial, religioso y actividades deportivas”.
Si bien la jefe comunal remarcó que no se prohibirá que el comercio siga funcionado, explicó que cada local “conscientemente tendría que estar cerrado”. De todos modos, subrayó que hay una “disposición general de querer hacer las cosas bien” y manifestó que comprende que “ellos necesitan estar sanos sanitariamente y económicamente”.
En lo que tiene que ver con la fiscalización, Galup aclaró que no se multará. Sin embargo, detalló: “No vamos a multar, pero hay otras cosas que se pueden ver, que pueden estar bien o pueden estar mal dentro de lo que es, por ejemplo, un gimnasio. Hay otras cosas que se pueden controlar y vamos a controlar eso para que todo esté en regla. Quizás por ahí podemos sancionar. Vamos a ser inflexibles, porque los tiempos están marcando horas difíciles”.
Por último, la intendente Galup insistió en la importancia de que los ciudadanos permanezcan en sus casas, como al inicio de la emergencia sanitaria, ya que de lo contrario “comprometen la salud de todos”.