Entre el 11 y el 19 de abril, en la ciudad de Rivera ha llovido 154 milímetros, y en lo que va del presente mes la cifra acumulada es de 298,6 milímetros, siendo este un volumen bastante significativo, teniendo en cuenta que en todo el año 2015 llovieron 995,7 milímetros. Los datos de los últimos cuatro meses señalan que en diciembre de 2015 llovió lo correspondiente a 481 milímetros, mientras que -ya en 2016- en enero se registró 122,4 milímetros, en febrero 96,3 milímetros y el mes pasado fueron 116,1 milímetros.
En situaciones similares, uno de los barrios que siempre fueron más afectados con las precipitaciones es La Racca, localizado a metros del arroyo Cuñapirú. Consultados algunos vecinos, compartieron sus opiniones basadas en experiencias anteriores y compararon la situación real que viven hoy, teniendo en cuenta que el Plan de Recuperación del Arroyo Cuñapirú tiene un avance del 50%, donde se puede observar a simple vista la operativa general de obra.
El presidente de la Comisión Vecinal del barrio La Racca, Ruben Assis, conoce la situación que viven los vecinos y las soluciones inmediatas que hay que buscar cuando el agua sube: “Después de tanta lluvia y las inclemencias del tiempo que nos ha jugado una mala pasada, ahora vemos que con la limpieza del arroyo Cuñapirú no tenemos problema con el agua, no entró a las casas. Empezaba a llover y la gente levantaba los muebles, hoy nos encontramos con otra realidad”.
Assis considera que La Racca es un barrio que necesita constantemente el apoyo de las autoridades: “Hoy estuvo Richard Sander, secretario de la intendencia; nos informan que por la tarde viene el intendente… El CECOED (Centro Coordinador de Emergencias Departamentales) se ha portado muy bien con la gente de aquí. Cada tanto nos visitan para saber que necesitamos. Anthony Mendieta, de Bienestar Social, continuamente nos está llamando. (…) Hoy estamos siendo justos con la realidad que estamos viviendo”.
El trabajo continúa y el barrio La Racca se verá transformado, una vez que culminen todas las obras planificadas. El puente tendrá otras características y se abrirán nuevas vías de circulación que permitirán conectar con la principal Avenida, acortando tiempo y distancias. Pero lo más importante es brindarle tranquilidad a los vecinos y mejorar su calidad de vida, concluyó Assis.
LA OPINIÓN DE LOS VECINOS
María Silveira, vecina de La Racca, confiesa que “siempre está el miedo cada vez que comienza a llover”. En ese sentido, señaló que los vecinos del barrio están “muy agradecidos por la limpieza del Cuñapirú. Siempre estamos con miedo que llegue el agua, pero para lo que ha llovido está bastante bien”.
Iván Cardozo, un funcionario municipal jubilado que a sus 69 años le ha tocado vivir muchas inundaciones, comentó que “hacía mucho tiempo que no se limpiaba el arroyo. Algo sabemos del tema. Creo que la limpieza tendría que ser como es, empezar desde la Laguna del Sol hasta el fin del Lagunón. Con esta cantidad de agua que vino intensamente ya gracias a Dios podemos decir que es una gran solución para nuestro barrio”.
Amabilia Zapata vive en el barrio desde el año 1983. Tiene 79 años y con alegría dijo que “lo veo divino, porque no viene la creciente. Hace años no se veía esto. Cualquier poquito que llovía ya estaba todo inundado. En mi casa, en la última creciente entro 1,80 metros, ahora ni a la calle llegó… ¡Cómo no voy a estar feliz! Veo las máquinas trabajando y quedo contenta”.