El Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medioambiente, Carlos Colacce, anunció que culminó la instancia de negociación en Barcelona, previa a la Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas. En esta cumbre se definirá un nuevo modelo de desarrollo sostenible que reemplace al Protocolo de Kyoto, donde Uruguay junto a Nueva Zelanda presentarán una investigación para la mitigación enfocada hacia la agricultura.
El Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Carlos Colacce explicó que la atmósfera actual tiene distinta composición con relación a la de años anteriores. Indicó que presenta 385 partes por millón de carbono, cuando lo máximo que el planeta puede admitir para que el calentamiento global no exceda los 2 grados, son 350 p/m. “Si todos los países cumplen con sus compromisos este problema persistirá hasta el año 2050, como mínimo”, afirmó el Ministro.
En tal sentido, señaló que las negociaciones en este tema no son fáciles, ya que las principales diferencias se dan entre los países en desarrollo y las economías emergentes. Cuando se definió el Protocolo de Kyoto, en 1992, no existían situaciones como las actuales, donde China, India y Brasil tienen un importante índice de emisiones de carbono, superando a países como Alemania o Estados Unidos.
Otra circunstancia históricamente compleja es la no adhesión de Estados Unidos a este Protocolo, motivo por el cual no quedó obligado a la implementación de acciones de mitigación. Colacce informó que el Presidente Obama presentó una iniciativa sobre este tema, que cuenta con media sanción, la cual si bien está muy lejos de los porcentajes de reducción que exigen países menores, es una posición distinta a la que existía en la administración anterior.
Además, dijo que las economías emergentes aluden que no son responsables del calentamiento global y que en momentos en los que se están desarrollando no se les debe poner trabas. Por tal motivo, los países en desarrollo consideran que es necesario recibir una financiación previa por parte de los países desarrollados, que les permita llevar adelante acciones de mitigación.
Durante la Conferencia de Copenhague, que se realizará del 7 al 18 de diciembre de 2009, se discutirá el convenio que sustituirá al Protocolo de Kyoto, cuyo plazo de ejecución vence en 2012. Se espera establecer un nuevo protocolo con medidas vinculantes, obligatorias para todos los países que garantice la reducción de emisiones de carbono y deforestación, entre otros aspectos. A su vez, a las economías emergentes se les solicitará no aumentar sus emisiones. El objetivo es buscar que las emisiones per capita sean iguales en todo el mundo y a un nivel sustentable.
Colacce agregó que Uruguay es un país vulnerable no tanto a las circunstancias del cambio climático que se desarrollarán en las próximas décadas como el aumento de la temperatura y el nivel de los océanos, sino a la variabilidad climática que afecta la economía y que en la última sequía provocó una pérdida del 4% del PBI.
En la reunión de Barcelona, Uruguay y Nueva Zelanda presentaron documentos sobre la incorporación de una línea mundial de investigación para mitigación enfocada en la agricultura, donde el 14% de las emisiones son a causa de esta actividad. Se espera que en Copenhague esta iniciativa se apruebe.
Del mismo modo, el Ministro expresó que la posición de Uruguay tuvo una repercusión importante, puesto que el país se ofreció para realizar labores de mitigación, aún sin recibir fondos para ello. “De hecho, Uruguay lo viene realizando”, afirmó, en relación al cambio de la matriz energética desarrollada por el Gobierno. A finales de año el país contará con un 6% de la potencia de generación de energía a través de fuentes renovables, no convencionales y autóctonas. Este porcentaje coloca a Uruguay en primer lugar a nivel de toda América y con el plan de acción establecido por el Ministerio de Industria, se llegará a un 15% en 2015.
Esta experiencia provocó que Uruguay plantee una posición tendiente a demostrar con el ejemplo que es posible llevar adelante acciones y tareas medibles, sin previa financiación y de esa manera, propiciar un mejor ambiente para alcanzar un acuerdo en Copenhague. Igualmente, se entiende que es posible llegar a un acuerdo de carácter político, definiendo una próxima instancia en 2010, para que con todas las cartas sobre la mesa se adopte una posición.
Finalmente, Colacce recordó que en nuestro país, este año, se estableció una nueva institucionalidad transversal, denominada Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático y que tiene presente a todos los ministerios, al Congreso de Intendentes y al Sistema Nacional de Emergencias. De esta forma, a fin de mes se presentará el Plan Estratégico de acción de respuesta al cambio climático, que implica actividades de todo tipo, desde un Plan Nacional de Recursos Hídricos hasta acciones relacionadas con la concientización de los medios de comunicación para que acerquen a la gente la información sobre la temática. Colacce explicó que aquí se juega el futuro modelo de desarrollo mundial. En tal sentido, las oportunidades para Uruguay son muy importantes siempre y cuando nos preparemos para el nuevo marco de desarrollo, donde las tecnologías y oportunidades de nuevos puestos de trabajo sean reales. En Barcelona se planteó un nuevo monto para el Fondo Mundial de Adaptación, que según los cálculos, puede oscilar entre US$ 70.000 y 100.000 millones anuales aportados por los países desarrollados para los países en desarrollo.
Este Plan será presentado a fin de mes al Presidente de la República para que en el transcurso de 2010, sin importar el Gobierno, se transforme en algo ejecutivo y sea de prioridad nacional. Colacce informó que previo a la presentación al Presidente se realizará una reunión de todos los ministros involucrados en la temática para discutir el borrador.
A nivel global, el monto necesario para poder realizar las suficientes tareas de mitigación supera los US$ 150.000 millones anuales y donde son muy importantes los avances en tecnología. En referencia a las acciones tendientes a la mitigación que lleva adelante Uruguay, tanto públicas como privadas, para que la modificación de la matriz energética alcance hoy en día un 6%, ha sido de varios cientos de millones de dólares. Colacce dijo que Uruguay necesitará fondos no reembolsables para las tareas de adaptación que debe realizar para que frente a situaciones extremas como la sequía se cuente con el agua necesaria en los lugares más críticos.
El Plan Estratégico incluirá una aproximación de montos que Uruguay necesitaría para llevar adelante esta y otras tareas.
En referencia al nuevo informe presentado por técnicos argentinos sobre la emisión de químicos emitidos por Botnia que afectarían el ecosistema marino, Colacce dijo que DINAMA emitió un informe que indica que no existe ningún asidero técnico respecto a ese informe. Agregó que Botnia es una de las cuatro empresas que se incorporaron al mecanismo de desarrollo limpio, este mecanismo está previsto en el Protocolo de Kyoto e implica que los países desarrollados realicen inversiones en países en desarrollo con tecnologías limpias y el porcentaje de reducción de emisión de carbono en ese emprendimiento puedan acreditarlo a las emisiones que tienen en los países desarrollados. Botnia, a través de la generación de energía de biomasa, colaboró a cambiar la matriz energética de Uruguay.