El Sistema Nacional de Áreas Protegidas viene llevando adelante, en las Cuencas del Arroyo Laureles, de las Cañas y Lunarejo, actividades promotoras de la conservación de la biodiversidad y sus valores culturales asociados, así como el fortalecimiento de las capacidades de las familias productoras rurales.
La conservación de la naturaleza y las estrategias sostenibles de desarrollo requieren el manejo integrado del territorio. Una planificación adecuada requiere considerar tanto áreas dedicadas a las actividades productivas como áreas dedicadas a proteger los valores naturales. Entre otros motivos porque la calidad de vida de la población y la mayor parte de las actividades productivas de una región dependen directa o indirectamente de los servicios ambientales que la naturaleza brinda.
El objetivo último de las Áreas Protegidas no es entonces guardar “pedacitos” de naturaleza intacta, aislada de las zonas donde el hombre vive y produce, sino de generar cada vez más, actividades amigables con la naturaleza, asegurando la persistencia del conjunto de elementos de la diversidad biológica que la componen.
Toda la sociedad -habitantes y no habitantes de un área protegida- tienen el compromiso hoy de reaprender a vivir manteniendo los servicios que la naturaleza nos brinda: comida sana, agua buena, aire limpio. Y esto se logra respetando esa naturaleza que en muchos aspectos nos resulta desconocida y que por lo tanto poco se sabe cuánto perdemos cada vez que desaparece una especie entera de seres vivos, o un ambiente.
Para fortalecer este proceso de sensibilización, se apoya a quienes históricamente han mantenido estos ambientes, es decir los productores y pobladoras de las áreas protegidas.
Para el caso de la futura Área Protegida “Laureles-Cañas” dentro de los objetivos establecidos se encuentra el de promover la unidad y el arraigo de la comunidad local y contribuir al mejoramiento de su calidad de vida.
A continuación se presentan algunas de las actividades que se vienen desarrollando para cumplir con lo antes expuesto:
1) Apoyo a las diez escuelas de las dos áreas protegidas con paneles solares, computadoras, e infraestructura para mejorar la calidad de la educación.
2) curso de inseminación de vacunos co-organizado con Sociedad Fomento Rural de Masoller.
3) Curso horno ecológico económico en escuela de La Palma (Lunarejo) y Cuchilla de Laureles (Laureles).
4) Jornadas capacitación en manejo de pasturas naturales y ganadería y viaje a encuentro ganaderos a Paraguay.
5) Curso de doma racional.
6) Curso de panificación y gastronomía.
7) Reuniones grupales participativas en el proceso de construcción del área protegida.
8) Apoyo a las huertas escolares, capacitación de maestros niños, y familia.
