El productor agropecuario ya está acostumbrado a enfrentar y convivir con las diversas situaciones climatológicas que se le presentan en el desarrollo de su actividad, sea una creciente en invierno que le lleva un lote de ovejas, un temporal que le vuela el techo del galpón o le tira el molino o una seca, como la que estamos padeciendo, con las consecuencias que detallamos en este artículo. Si bien nada podemos hacer frente a la acción de la naturaleza en el momento que esta se presenta, podemos si, en algunos casos prevenir sus consecuencias, de modo que los efectos adversos sean minimizados.
Obviamente, no todas las regiones del departamento están en la misma situación. Hay lugares muy secos y otros no tanto, hay lugares donde el problema está más en las aguadas que en el forraje; han caído lluvias en algunos lados y, a pocos kilómetros, no llovió nada. No sabemos como se va a presentar el otoño, pero si sabemos que el común denominador será que entraremos a la próxima estación con los ganados en mal estado general.
La seca nos trae aparejadas consecuencias muy disímiles, ya sea para el sector bovino o lanar.
BOVINOS
Terneros al pie: La disminución de la oferta de forraje afecta la producción de leche de la vaca, afectando ambos las condiciones nutricionales del ternero.
Terneros sobreaño: Esta categoría, además de los problemas inherentes al clima y al forraje, tiene además un problema particular, la muda de dientes. Esta trae aparejados problemas de caídas de defensas, retraso en el crecimiento, etc., los que en la situación actual de penuria hacen de esta categoría, junto con las vacas preñadas, la de mayor riesgo vital.
Rodeos de cría: Como expresamos anteriormente, esta categoría es de las de mayor riesgo vital, ya que debe al mismo tiempo mantenerse y formar un ternero a pesar del escaso forraje disponible, lo que especialmente la predispone a enfermedades carenciales.
Rodeo de invernada: Va a haber evidentemente una retracción importante en la oferta de gordo. En aquellos establecimientos de ciclo completo, se debe priorizar el mantenimiento de la hacienda para su supervivencia frente al engorde. Esta categoría, si bien es la más resistente, no podrá ganar muchos kilos dada la disponibilidad de forraje.
LANARES
En general es la especie que mejor a soportado la seca. El estado general de los mismos es bueno, pero debemos considerar que las bajas reservas acumuladas, la baja calidad del forraje y la degradación que el pasto ha sufrido dada la falta de agua, nos indican que tampoco va a ser un invierno fácil para los lanares. La categoría que más va a sentir el invierno, sin lugar a dudas, es la oveja de cría (sobretodo las borregas encarneradas por primera vez), dado sus requerimientos extra sobre todo en el ultimo tercio de la preñez.
Evidentemente cada productor deberá establecer medidas particulares adecuadas a su establecimiento y a su bolsillo, en aras de sobrevivir a esta crisis. Estas medidas deberán evaluarse entre el productor, un veterinario y un agrónomo, observando sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
En el próximo artículo, analizaremos algunas medidas simples de manejo, que nos permitan superar la situación minimizando las consecuencias negativas.
Marcelo Mendonça, Dr. en Medicina y Tecnología Veterinaria.
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