Día de la Vivienda Rural: “Cambios en el campo hacen imperiosa la modificación de la intervención de MEVIR”

La drástica transformación de la vida en la campiña uruguaya, ocurrida a raíz de la dinamización de la economía y los avances tecnológicos, hace necesario que MEVIR se modifique para reducir la vulnerabilidad social, advirtieron autoridades y técnicos de ese programa en el acto de celebración del Día de la Vivienda Rural. Se debe repensar cuál es la población objetivo y los mejores mecanismos para intervenir, dijeron.
Tras analizar los cambios en el mundo rural de Uruguay en los últimos treinta años, el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Francisco Beltrame, sostuvo que “hoy tenemos un concepto sobre la población a atender”.
“Elegir en libertad” el lugar donde vivir incluye la posibilidad de acceso a los servicios básicos y a derechos como la salud y la educación, añadió Beltrame en el debate realizado este viernes en la Torre Ejecutiva sobre los desafíos inmediatos que afronta MEVIR, programa cuyo nombre es tomado de las siglas originales del Movimiento pro Erradicación de la Vivienda Rural Insalubre.
Precisó que al objetivo de la política de vivienda rural es instalar las condiciones necesarias para la permanencia en el campo de la mayor cantidad de uruguayos.
Por su parte, el presidente de MEVIR, Ariel Díaz, subrayó que el trabajo clásico en materia de vivienda rural se sigue haciendo igual que antes, pero desde 2005 se utilizan otros instrumentos de intervención, como la incorporación de reformas en las infraestructuras escolares y de los Centros MEC, a cargos del Ministerio de Educación y Cultura, sumado al apoyo del Plan Ceibal.
Díaz informó, a modo de ejemplo, que MEVIR respaldará la construcción de viviendas en la colonia Raúl Sendic, en Artigas, para dos estudiantes de secundaria del interior del país que fueron seleccionados por el Instituto de Colonización para entregarles tierra para trabajar.
También señaló la intervención realizada en la localidad de Gregorio Aznárez, también de Colonización, donde se instalará un proyecto lechero, educativo y comunitario, así como el proyecto de construcción de viviendas para los trabajadores de la citricultura.
A su turno, el profesor Diego Piñeyro, de la Facultad de Ciencias Sociales, se abocó a explicar la transformación ocurrida en el campo uruguayo en varios ámbitos, como en el económico, productivo, tecnológico y también en la propiedad y tenencia de la tierra.
Estos cambios se deben fundamentalmente a la expansión del sector agropecuario del país hacia los grandes mercados mundiales, lo cual produjo un nuevo mundo rural que se mueve a dos ritmos: grandes extensiones conducidas con métodos empresariales y personal asalariado y la producción familiar.
Para Yanina Aniotz y Elisa Bertinat, integrantes de MEVIR, los principales desafíos de la única institución que se ocupa de la vivienda rural en Uruguay son mejorar la elaboración de datos sobre la ruralidad, líneas de vivienda que se desarrollen junto a unidades productivas y servicios y una mayor articulación con otros organismos del Estado.
Sobre todo hay que repensar cuál es la población objetivo y cuáles son los mejores mecanismos para intervenir en situaciones de vulnerabilidad habitacional en el mundo rural, apuntaron.

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