El panorama de la actual seca es bastante disímil, por lo que se hace difícil decir algo que sirva para todo el mundo. Como no sabemos como se va a presentar el otoño, poca referencia se puede hacer con respecto a manejo de pasturas. No sabemos, en efecto que va a pasar con las praderas y los campos que se secaron, no sabemos como van a evolucionar cuando (por fin) comience a llover.
Aquellas zonas o establecimientos que todavía tengan pasto, aunque sea seco, deben tratar de ahorrarlo lo más posible; no tanto porque el forraje seco vaya a servir de mucho en los próximos meses, sino porque el estado de la pastura sobre el suelo es una indicación de como están las plantas bajo el suelo.
Una pradera o un campo pajudo (aunque sea seco) va a brotar mucho más rápido que una pastura o campo pelado.
Esta es una impresión visual que incluso se ve a ambos lados de la carretera, cuando se viaja, y que indica como hay campos que dan la sensación que si llueve se vienen, mientras que otros campos dan la sensación de que ni lloviendo tienen arreglo (por lo quemados que están).
Talvez la gran carta a jugarse sea la de los verdeos (avena, raigrás, trébol rojo, etc.) pero eso deberá evaluarlo cada productor para resolver que, cuanto y para que lo va a hacer.
Talvez algunos hagan verdeos para continuar la invernada de animales mientras que otros los hagan para salvar animales.
Sea como fuere, hay que comenzar a moverse temprano para que cuando las condiciones permitan cultivar la tierra y sembrar, tengamos todo pronto para activar la cosa.
Es fundamental que los animales entren en el otoño desparasitados de modo que puedan enfrentar en mejores condiciones la próxima temporada. Sobre todo es urgente e importante el manejo de los terneros, ya que lo ideal sería (especialmente este año) hacer un destete temprano (fin de marzo, principios de abril), par aliviar a las vacas de cría y darles mejores chances para afrontar el futuro invierno.
Estas apreciaciones son muy puntuales, y están en un momento en que es difícil tomar decisiones ya que es una época intermedia: fin de verano, principios de otoño. Pero lo que haya que resolver y lo que haya que hacer, este es el momento de comenzarlo (ir preparando un potrero para los terneros destetados, prever donde llevaremos las vacas falladas para alivianar el potrero donde quedarán las vacas que están gestando, etc.).
En líneas generales, lo fundamental es salvar la vaca, que es el motor de la empresa. A ella, pues, le daremos especial atención en las próximas notas. Especialmente aquellas que hayan quedado preñadas y por ese motivo están en una situación mayor de riesgo que otras categorías. También hay que tener en cuenta como categoría a la que debemos prestar atención, los animales en muda de dientes (novillitos y vaquilloncitas), así como las ovejas preñadas.
Pero eso será tema de una próxima entrega.
Marcelo Mendonça, Dr. en Medicina y Tecnología Veterinaria.
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