Haciendo uso de la palabra en la media hora previa de ayer, el edil Ramón Román Taroco, reflexionó respecto al drama de la niña Jeniffer Carolain Valeerio Cuña. Estas son sus palabras:
“Sr. Presidente, señores Ediles, en la noche de hoy lamentablemente, tengo que hablar sobre un tema que una vez más lleva a que Rivera sea noticia en todos los diarios y medios de todo el país.
Parecería que la sociedad riverense está predestinada para cada tanto, sufrir el ataque de ‘bestias humanas’ que actúan sin piedad destruyendo a vidas y familias.
Esto arranca en la década de los años 90 cuando primeramente es arrebatada de la cama donde dormía junto a sus padres, la niña Daniela Matías, la que luego fue violada y muerta; y aun que parezca mentira, la ‘bestia’ que cometió el aberrante crimen, en el momento que la policía averiguaba el desaparecimiento de la niña, este se ofreció para ayudar a la policía, estuvo en mi casa siendo yo funcionario de la Dirección de Investigaciones.
Pasado el tiempo sufrimos el asesinato de Sheila López, aun sin aclarar.
También sufrimos otro terrible asesinato de una pequeña niña, que para no herir sensibilidades acá en esta sala, no la voy a nombrar.
Sr. Presidente, todos estos hechos han llevado a la destrucción emocional de estas familias. Conocemos muy de cerca la situación que atraviesan.
El lunes próximo pasado vuelve atacar otra ‘bestia humana’.
Secuestra a una niña de 10 años, la viola, la estrangula y luego oculta su cadáver, y esta situación es mas grave aún, la ‘bestia’ es esposo de una tía de la victima.
Nos consta señor Presidente, que ayer martes, en la sede del Juzgado actuante, había una multitud importante de vecinos que indignados esperaban la salida del descalificado ‘monstruo’.
Escuchamos por un medio de prensa que un policía había sido herido y que algunos periodistas también fueron agredidos por los vecinos que allí estaban.
Nosotros no compartimos que se pretenda hacer justicia por manos propia, pero en estos momentos es difícil convencer a la gente que debe confiar en la justicia. Hechos de esta magnitud, aberrantes, descalificados y repugnantes, hacen que la sociedad reaccione en la forma más espontánea, que es la agresión.
Estoy seguro señor Presidente que si este horrendo crimen hubiera ocurrido en cualquier Provincia del la Republica Argentina, no le hubiera quedado ni el apellido vivo a este inescrupuloso, basta mirar los canales de televisión de ese país.
Pero también no puedo dejar pasar por alto, otro de los tantos males que ocasionan estas ‘bestias’ después que son procesados.
La policía tiene que velar por la integridad física de estos inescrupulosos individuos, que cuando se encuentran presionados por los demás presos, lo primero que hacen es pedir la presencia de las comisiones de Derechos Humanos, entre ellas, la del Parlamento Nacional, los que van, y siempre terminan cuestionando a la policía, y sería importante señor Presidente, que los integrantes de estas comisiones también se humanizaran con los familiares de las víctimas que quedan con secuelas irreparables.
Sr. Presidente, lo peor de todo es que la experiencia que tuve como investigador, me permitió ver que el violador siempre vuelve a atacar, es por eso que pido que nuestros Legisladores nacionales se asesoren con sociólogos, sicólogos, psiquiatra y con juristas, para estudiar que tratamiento mediante Ley, se puede disponer para que estos individuos el día que cumplan su pena puedan salir totalmente curado de esa psicopatía que los llevo a cometer aberrantes crímenes.
Por todo lo expuesto solicito que mis palabras sean enviadas al la Mesa Permanente del Congreso Nacional de Ediles al Sr. Jefe de Policía, al Sr. Ministro del Interior, a los tres diputados por el departamento y a los senadores Tabaré Viera y Luís A. Heber”.
