Por primera y única vez en la historia del fútbol del interior, un 22 de abril de 1984 la celeste lograba el título de campeón del interior -correspondiente al año anterior- en categoría juvenil.
A lo largo de la vida deportiva de la Liga se había logrado títulos muy importantes, pero siempre a nivel de los campeonatos zonales. Sin duda alguna, la más recordada, la de 1963, una selección que fue una verdadera sensación, con jugadores notables que luego brillaron con la camiseta celeste mayor.
Un grupo de “caras sucias” que eligió José Américo “Pepe” Italiano de un grupo de más de cuarenta que se presentaban a los primeros entrenamientos. Se recuerda que, en esa época, el seleccionador llamaba a todos los interesados a defender la selección a través de un aviso que salía en Diario NORTE.
Iban todos los que querían, pero el propio jugador sabia sus limitaciones y allí mismo comenzaban los “cortes”. Pero quedaron en aquel equipo, a jugadores realmente trascendentes en el fútbol local.
Una selección que jugaba ante el equipo mayor en los entrenamientos y siempre ganaba, una selección que logró que muchos aficionados iban a los partidos, miraban los juveniles y luego se iban de la cancha de Oriental, (donde la celeste oficiaba como local en los Campeonatos del Norte).
El equipo titular lo integraban: “Pocho” Barboza, Dionisio Prestes y José Luis López, Juan Carlos Alvez (vichaderense), Ariel Hess Córdoba y Carlos E. Wallace, Juan Ary Beledo, Héctor Araújo, José María “Caipira” Pereira, Atilio “Avispa” Lacava y Manuel Trinidad.
Pero también estaban en el plantel: Ruben Piñeiro (golero suplente), Baltazar “Chico”, Juan Carlos “Pirulo” Rodríguez, Sabino Machado, Juan Carlos dos Santos, Dirley “Cocoho” Viana, Marcelo “Tono” Castillo, Hugo Cabrera y Luciano “Puka” Etchenique.
Junto al Pepe Italiano estaban el Bocha Feijóo, el “Chumbo” Padilla, Horacio Devitta y Adán Seleguín que integraban una especie de Comisión Juvenil que no dejaban nada librado al azar.
En este instante debemos hacer una confesión y un reconocimiento especial. Es obvio que muchos de esos detalles ya lo teníamos por trabajos previos que realizamos, pero en esta oportunidad contamos con la invalorable colaboración de Marcelo “Tono” Castillo, con una memoria prodigiosa y a quien mucho agradecemos.
Se jugaban solamente los campeonatos zonales y como preliminaristas de los mayores y Rivera jugó dos años sin perder un sólo encuentro.
No había enfrentamientos entre los campeones de zona, pero en esa oportunidad se habló de la chance de jugar ante el campeón del Sur, que había sido San José, pero el partido nunca se llevó a cabo.
Seguramente si se hubiera jugado torneos juveniles entre los campeones zonales, Rivera hubiera obtenido algún título.
JUVENILES DEL ‘83
Y llegamos a tiempos más cercanos, cuando ya se jugaban torneos del interior en categoría sub-19.
En primero que figura en los datos estadísticos de OFI data de 1975 y en sus primeras ediciones siempre se jugaban en sede única.
La primera vez fue en Maldonado y el campeón fue Canelones. El segundo año, en 1977 se jugó en Montevideo y así pasó a jugarse de acuerdo a propuestas de las Ligas.
Aquí en el norte del país, por primera vez se jugó en Tacuarembó en el año 1980. Por esos años Artigas tenía un equipo casi invencible en el interior y logró el tetra campeonato de la categoría ganándolo en Rocha, Tacuarembó, Maldonado y como local en el Parque “Paseo 7 de Setiembre”.
Llegamos así al campeonato de 1983 y Artigas buscaba el quinquenio. Los celestes no fueron los campeones del Noreste, que fue ganado por Paso de los Toros.
La Liga resolvió organizar la fase Nacional en nuestro estadio durante la Semana de Turismo.
El equipo, que condujo Carlos Wallace, contaba además con el Prof. Wilder “Bidica” Noble como preparador físico, el entrenador de goleros era Julio Ferreira, el masajista-kinesiólogo era Mario “Xixi” Basualdo, el Dr. Leonardo “Chico” Garragorri, equipier Newton Soba, y colaborador de campo Marmanduke de los Santos (“Casapa”).
Comenzaron los entrenamientos en doble horario en cancha de Oriental y por las mañanas al parque Gran Bretaña. Las primeras concentraciones, en pleno carnaval fueron en el Preventorio Dr. Gabriel Anollés.
A los jugadores se les permitía solamente ir a los desfiles y algún tablado donde se destacaban “Los Caídos de la Cuna” de Albert Echechury.
El plantel era numeroso y hubo unas prácticas de fútbol para definir el grupo de jugadores con los que pretendía trabajar el director técnico.
El plantel que quedó, fueron tres goleros, Julián Matías Sánchez, Marcelo Píriz y Rafael Suárez, Juan Carvalho, Gustavo Madera, Cecilio de los Santos y Miguel Reginaldo, Robert “Kino” Alvez, el “Gola” Díaz, Sergio Vargas, Héctor Daniel da Silva, Pablo Javier Bengoechea, Washington “Katona” Costa, Wanderley Cuello, Alejandro Neme, Wilson Oliver, Helio Gómes Martins, José Mario “Xico” Rodríguez Carlos “Mosquito” Huberty, Marcelo “Pato” Egaña, Juan Aires, José Luis Cuña.
También cabe destacar el grupo de colaboradores que siempre estuvieron junto al grupo, como Honorio “Lulú” Vargas, Baltazar Lalús, Jesés Neme, Dioniso “Pata” Núñez que era el cocinero.
Además de los isabelinos participaron Río Negro como campeón del Litoral, Rocha por el Este y Flores como el mejor del Sur.
En la primera fecha los celestes derrotaron a Paso de los Toros por uno a cero, con gol de Alejandro Neme. En la segunda los celestes del Norte derrotaron a los celestes del Sur por tres a cero, con tres goles anotados por un jugador que despuntaba como el mejor, Pablo Javier Bengoechea.
La tercera fecha Rivera y Rocha empataron en un gol por bando y también el gol fue de Bengoechea. Luego Rivera tuvo libre en la cuarta fecha y vino a jugar último partido ante Río Negro el 21 de abril, pero perdió por dos a cero.
Se jugó en régimen de todos contra todos y Rivera y Río Negro terminaron empatados en la primera posición. La final se jugó al día siguiente, el 22 de abril (coincidentemente, fecha del aniversario de NORTE), y Rivera derrotó a Río Negro por dos a uno.
Los dos goles celestes de la final fueron marcados por Pablo Javier Bengoechea Dutra.