Seis puntos para los rojos en el descenso y puntaje perfecto para los aurinegros

Frontera Rivera Chico ganó el partido preliminar con autoridad. Fue superior desde el comienzo mismo del encuentro pero demoró la llegada del primer gol, que lo hace Miqueas Silva con su inconfundible capacidad goleadora.
Un jugador diferente que, cuando se dedica a jugar lo hace en forma excelente y desnivelante para el medio.
Recién allí despierta Huracán que se va al ataque buscando el tanto del empate y tuvo dos oportunidades muy claras para lograrlo.
Casi sobre el final de la primera parte hubo una jugada realmente insólita que comienza en el arco de los rojos con una pelota que pega en el palo cuando debió haber sido el gol de Huracán y que termina en el sector izquierdo para el remate de Daniel Callero desde lejos y la pelota cruza por toda el área de meta para irse afuera pero venía corriendo Marcelo Presa directamente a su propia valla y la puntea adentro.
Dos a cero, se termina el primer tiempo y ya era una victoria asegurada para el rojo.
En el complemento Huracán buscó cambiar con tres cambios que no dieron resultado y los rojos fueron administrando la ventaja parcial y aumentaron con anotación de Alexander Salles.
Victoria muy importante para el rojo que duplica en el descenso.

PEÑAROL FUE SUPERIOR Y DERROTÓ A SARANDÍ
Los aurinegros confirmaron su buen momento y derrotaron a Sarandí Universitario, logrando los dieciocho puntos en disputa en la primera parte del Campeonato Rivera.
Puntaje perfecto que se basa en las mejores individualidades y en el mejor juego de equipo que ha presentado a lo largo del Apertura y que lo llevó a la obtención del título antes de la finalización del mismo.
A pesar que demoró el gol de apertura, a pesar que se logra con la sanción de un penal inexistente, hay que convenir que los aurinegros ya habían hecho méritos para lograrlo.
De todas maneras a los 34 minutos Petter del Pino, sin interesarle las consideraciones de la sanción del penal, lo transforma en gol.
Todo quedaba mucho más fácil y en un centro que llega al área de los verdiblancos Refatti hace lo que sabe hacer, un cabezazo perfecto y golazo antes que finalizara la primera parte.
En el segundo tiempo no hubo muchos cambios, la diferencia estuvo en que Sarandí tuvo más la pelota pero no supo que hacer con ella.
Hubo inoperancia ofensiva y la alternativa era, se confirmaba la victoria de Peñarol o los aurinegros lograban algún gol más.
Sarandí erró mucho en función ofensiva y ni siquiera Enrique, cuando había ingresado, acertó al arco cuando tenía todo para descontar.
Del otro lado también a pesar que Peñarol quitó el pie del acelerador, tanto que al final se tornó bastante aburrido y discretamente jugado por parte de ambos equipos, con la diferencia que Peñarol sabia que el triunfo le pertenecía.

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