Quizás no era un partido para tres goles de diferencia, mucho más si tomamos en cuenta que al término del primer tiempo estaban empatados sin goles.
También había que tener en cuenta los resultados inmediatos anteriores. Mientras el Deportivo Colina venía de derrotas consecutivas, el decano llegaba luego de una victoria trascendente ante Sarandí Universitario.
Sin embargo hubo un hecho que marcó el rumbo del partido, y fueron las expulsiones en el primer tiempo. Primero el Deportivo Colina se quedó con diez por la roja al debutante Deivid Pérez Barreto, de quien se nos había hablado muy bien pero que, en realidad, no lo pudo demostrar en la cancha.
Luego Jonathan Díaz en el decano, cuando hacía pocos minutos había ingresado.
Se abrieron espacios y, por sobre todas las cosas, en el primer minuto del complemento llegó el tanto de apertura del partido, por medio de Rafael Xavier Zacarías, a quien no le tembló la pierna ante la enorme responsabilidad de definir delante de Juan Marcelo González.
Por si fuera poco, y esta vez con un toque sutil y claro ante la salida del golero decano, el mismo Zacarías anotaba el segundo.
Si no alcanzaba con dos para certificar la victoria llegó el tercero, que fue todo obra de Zacarías, pero que dejó en la cara del gol a Francis Costa para que definiera el partido, con goleada incluida.
Todo ello certifica, una vez más que Rafael Xavier Zacarías es la diferencia que tiene el fútbol riverense y que había estado ausente en los dos partidos anteriores, ausente de su mejor fútbol pero, cuando aparece, como este domingo, concreta dos goles y “medio” para la victoria merecida y plenamente justificada del Deportivo Colina.
EL AZUL SUMÓ TRES PUNTOS MUY
IMPORTANTES EN LAS TRES TABLAS
No se veía un ganador por ningún lado y hasta ya nos habíamos puesto a pensar a quien favorecía más el empate entre azules y merengues.
Y casi llegamos a la conclusión que el más favorecido con la división de honores era Oriental y lo vamos a explicar.
Oriental llegó a esta instancia sin cuatro jugadores, lo que en el fútbol riverense es muy importante.
No estaban Fernando Barboza ni Luis Dornell, y se podrá decir que ambos estaban en el banco, pero si a ello agregamos que, por acumulación de amarillas, también faltaban Rodrigo Silva y Luis Alberto Souza, eran, sin duda alguna, los sustitutos ideales a los que seguramente se echaría mano, pero no estaban ninguno de los cuatro.
Frente a ellos un Huracán completo, al que no le faltaba absolutamente nada.
Y en el partido quien tuvo las mejores chances fue Oriental aunque todas bien conjuradas por David Freitas.
No había otra opción y el empate sería lo más ajustado a la realidad del partido.
Sin embargo Oriental tenía en el banco a Sergio Silveira a quien lo puso a jugar los minutos finales y sacó provecho de algunos errores defensivos de la defensa de Huracán.
Y en los minutos finales, como empujado por un afán de no querer entregar dos puntos, el azul se fue al ataque, a veces desordenado, a veces no, pero con muchas ganas y terminó siendo un poco más que el rival.
Tanto que en la hora reglamentaria de finalización del partido, el lateral izquierdo, Damián Pereira, que jugó una brillante segunda etapa, desbordó, ganó y se fue para habilitar el toque a Fabricio Ferreira que concretó el gol para delirio de los azules adentro y afuera.
Tres puntos que mueven las tres tablas y tres puntos que pierde Huracán en un momento clave, cuando había asumido la punta y cuando comenzaba a alejarse en la tabla del descenso.
Marcha atrás y nuevamente queda involucrado en el cambio de divisional a poco del final de la rueda y con rivales directos por enfrentar.
Oriental reasumió la punta en la tabla acumulada y se aleja un poco en el descenso aunque sigue involucrado.
NUEVAMENTE SARANDÍ UNIVERSITARIO SE QUEDÓ
SOBRE EL FINAL, Y FRONTERA EMPATÓ EL PARTIDO
Fue un primer tiempo atractivo, con buenas jugadas de uno y otro lado pero, en todo momento daba la sensación de una superioridad futbolística de Sarandí.
En realidad aparecía mucho más claro, tenía mayor presencia ofensiva mientras que los rojos llegaban solamente por la capacidad ofensiva de Felipe Araújo que pica bien y gana pero que no tiene buen acompañamiento en función de ataque.
Comenzaron a aparecer los tiros libres a favor de los verdiblancos que habían sido una carta importante en el primer tiempo del partido ante Lavalleja, pero en esta oportunidad los remates de Petter Rocha quedaron en las seguras manos de Yai Fontes.
Sin embargo, toda la experiencia que tiene el golero de los rojos, le jugó una mala pasada en un saque donde erra y la pelota queda en los pies de Santiago Vidarte a los cuarenta y un minutos de juego y termina en el fondo de la red.
En realidad, al término del primer tiempo, cuando ya ganaba el verdiblanco, si bien es cierto no lo merecía, había hecho algunos méritos más que el conjunto rojo.
Donato Lemos mejoró en el complemento y cuando no le salieron las cosas como él había propuesto comenzaron los cambios que cambiaron la fisonomía del equipo.
Y comenzó el declive de Sarandí Universitario, el mismo que había tenido ante Lavalleja que lo supo aprovechar mejor.
Frontera llegó al empate y estuvo a punto de conquistar el segundo gol pero Sarandí, en el final, trató de inclinar la cancha con jugadores nuevos en el partido pero con el mismo sistema porque Richard Quintanilla no arriesgó nada al hacer ingresar a dos delanteros pero por otros dos delanteros.
Al final termina siendo justo el empate que no le permite a los verdiblancos acceder a la punta del Clausura y que deja bastante complicado a los rojos de Cuaró en la tabla del descenso.
PEÑAROL, SIN PROBLEMAS Y A MEDIA
MÁQUINA LE HIZO CINCO A RAMPLA
En el comienzo de la etapa nocturna del Municipal, Peñarol demostró su superioridad ante un débil Rampla Juniors.
Los rojiverdes jugaron con muchos jugadores fuera de su puesto real y conformaron una oncena que estaba muy limitada en cuanto a sus posibilidades.
Mucho más que antes de los cinco minutos de juego el aurinegro ya ganaba y todo quedaba mucho más fácil.
Peñarol fue más, superior y efectivo tanto que al término de los primeros cuarenta y cinco minutos ya triunfaba por cuatro goles de diferencia.
Después fue todo más fácil y Peñarol administró el partido y la pelota sin exigirse demasiado pensando mucho más en los partidos que vienen que en este partido que ya lo había decidido a su favor.
Y en esos segundos cuarenta y cinco minutos se concretó un solo gol más y buena jugada de Marcos Ramos para dejar solo a Petter del Pino, con todo el arco libre y la “lotería” para el mirasol.
Una victoria trascendente que lo devuelve a Peñarol a la definición del Clausura.
En el final del campeonato los aurinegros mejoraron poco que mostraron en el comienzo.