Canelones entiende que el jugador de Tacuarembó Julio Almeida jugó inhabilitado el partido de vuelta en el que los de la Tierra de Gardel derrotaran a los canarios por 1-0.
Según lo dispuesto para esa Confederación las sanciones por suma de amarillas correspondían a cuatro.
La salvedad del Litoral Norte quedó expresada cuando en juveniles debieron disputar dos finales Salto y Paysandú para resolver quien sería el monarca de la categoría y de acuerdo a lo expuesto por un dirigente salteño, a partir de allí para los juveniles, el número pasó de cuatro a cinco amarillas.
Tacuarembó en el Litoral Norte tuvo a Almeida con tres amarillas y en el partido de ida con Nueva Palmira jugado el 16 de marzo luego de un apagón que durara horas con triunfo de Tacuarembó 3-2, habría recibido una cuarta y fue entonces que sus dirigentes en el choque de vuelta con los palmirenses, no incluyeron a Almeida en el entendido que de esa forma cumplía la sanción automática.
En la tercera fase y durante el partido de ida frente a Canelones, Almeida fue objeto de una nueva amonestación llegando a la quinta y como para Tacuarembó ya habría limpiado su foja, lo incluye en el partido revancha jugado en el Monegal.
A partir de ahí, Canelones comienza a investigar e interpone el recurso solicitando se le otorguen los puntos perdidos en la cancha por la presunta inhabilitación de Julio Almeida.
El fin de semana pasado se jugó tal cual estaba dispuesto, los partidos semifinales de mayores y juveniles.
Las opiniones de connotados delegados del Sur y de personas vinculadas a Tribunales de OFI son disímiles.
Mientras unos de ellos dicen que a pedido del Sur está expresamente reglamentado, otros dejan ver una ventana por la cual Tacuarembó podría ver la luz.
Tendremos otro caso como el que ocurrió hace unos años, cuando San José luego de haber triunfado en el Sur y ya vencido a Lavalleja en Semifinales tuvo que devolver la Copa y quedar por el camino por un fallo retroactivo. Fuente: Fútbol Florida.
