Hoy, a poco del comienzo de la Copa Nacional de Clubes son muchos, en el interior, que critican la posición de Peñarol de nuestra ciudad (entre otros), porque asumen un protagonismo que, según los reglamentos de OFI, no lo ganaron en la cancha.
Peñarol, es el actual tricampeón del fútbol riverense y el año pasado no se inscribió para jugar la Divisional B, sin embargo este año lo hace para participar en la Divisional A. No es responsabilidad del equipo riverense que los reglamentos del fútbol del interior son como un elástico o un chicle.
Hoy viene alguien con dineros y televisación y ordena que se llame a un equipo por departamento, ofrece muy poca plata y hay que hacerle caso. Se modifica todo, se desvirtúa el verdadero génesis de este campeonato que fue, en otrora, un gran torneo de clubes campeones de todo el interior.
Estamos lejos, cada vez más lejos, de la idea de Efraín Martínez Fajardo. Un campeonato, como el que jugó Oriental en los sesenta, el propio Peñarol en los setenta, Sarandí Universitario en los ochenta y otros equipos riverenses que, para estar, necesitaban ser los campeones del fútbol local.
El “invento” de las Divisionales cambia los objetivos, se aleja cada vez más del objetivo de premiar a los mejores de cada departamento, mucho más las invitaciones por cumplir cien años.
Lo que debe hacer la Organización del Fútbol del Interior es entregar una plaqueta, denominar un campeonato con el nombre del club y felicitarlo por los cien años pero hemos visto a clubes que están en la B de su fútbol local, participando en este campeonato.
Y no vayamos lejos, nuestro Deportivo Colina jugó el campeonato de la Divisional A del fútbol del interior cuando en nuestro medio descendía.
Peñarol no es responsable, solamente se ajusta al reglamento. Lo que debe cambiar son las decisiones que adopta la Organización del Fútbol del Interior que van en contra la deportividad en el fútbol del interior.
Peñarol no es responsable de las decisiones que adopta la Organización del Fútbol del Interior
