Lo escribimos antes y ahora se está confirmando que los clubes van a comenzar a presentarse a la Organización del Fútbol del Interior (OFI) golpeando la puerta por reclamos por la actuación de árbitros que no están en condiciones de dirigir partidos en esta etapa de definición de los torneos.
Indicamos oportunamente que esto no es una solución al problema sino un simple parche jugándose “a como diera lugar”. Hasta escuchamos a alguien decir que lo bueno era que se jugaba… sin ingresar al análisis de la forma en que se iba a jugar y hoy están las consecuencias.
Pero ni Peñarol ni nadie debió haber permitido que se jugara en esas condiciones porque hoy está a la vista lo que ha pasado.
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Hablemos de lo nuestro, de lo que se vio en el Parque “Pedro Maciel”, donde en primera instancia hay que señalar que vimos a un veedor técnico de la ciudad de Tacuarembó, que vino por orden del Sector Arbitraje a informar acerca de una terna que nunca se presentó ni siquiera a una prueba (?).
Hoy nos vemos en la encrucijada de encontrarnos con un informe en el acta del encuentro, que no dice nada ni ayuda en absoluto a una decisión.
El acta indica que a los 39 minutos del segundo tiempo expulsó a Marcos Ramos, luego no se jugó más porque la terna deambuló por todos los rincones de la cancha de Peñarol y luego se fue a vestuarios con tan poco manejo del reglamento que señala que faltaban diez minutos de “descuentos” (debió decir adición).
Como consecuencia de ello el propio árbitro establece que hay un pico a jugar y que la Organización del Fútbol del Interior debería fijarlo y eso es lo que hoy pretende el Club Atlético Peñarol. Pero la dirigencia aurinegra solicita garantías para que se jueguen esos dieciséis minutos.
Propone hacerlo en la ciudad de Tacuarembó, se hace cargo de los costos del espectáculo pero solicita que se designen árbitros de la Asociación Intergremial de Árbitros de Fútbol (AIAF). Aún a sabiendas que será muy difícil que la Organización del Fútbol del Interior acceda al pedido de Peñarol queda claro que se va a tratar de un partido que no está finalizado.