Peñarol fue un poco más, pero el golero azul le puso candado al arco

A medida que transcurría el partido quedaba la certeza que era muy difícil vencer a Yian Luca Rosa. Reflejos, elasticidad, ubicación, coraje, todo lo que debe tener un buen golero a una edad madura, ya lo tiene el meta azul a los 18 años de edad.
Contracción al trabajo que tiene su recompensa porque al término del encuentro todos hablaban de la responsabilidad que había tenido en el resultado final.
Porque hay que destacar que Peñarol tuvo las mejores chances y que el azul, apenas un par de ellas pero casi siempre sin inquietar demasiado una tarde relativamente tranquila de Juan Carlos de León.
Del otro lado, el golero azul se debatía ante los intentos de un gran jugador como Marcos Ramos y le ganó todos.
También hay que señalar la predisposición táctica del equipo de Oriental que le sirvió de mucho porque se le fueron cerrando los caminos al encuentro de Petter del Pino y del propio Marcos Ramos.
Oriental ganó del medio hacia atrás donde siempre fueron más que los rivales y no dejaron que hubiera influencia directa de los buenos jugadores que tiene Peñarol en ese sector.
A los azules les faltó llegada, no tuvo demasiadas posibilidades de anotar y quizás se deba conformar con un remate de larga distancia de Fabricio Ferreira promediando el segundo tiempo y una pelota que el mismo mediocampista le pasó a Sergio Silveira, en medio de los zagueros y que el delantero supuso que estaba en posición adelantada y no fue a su encuentro cuando quedaba sólo ante el meta aurinegro.
Por lo demás fue todo un trabajo de destrucción que tuvo su enorme mérito pero que le privó de una mayor presencia ofensiva.
En resumen, un resultado ajustado a lo que fue el trámite del partido porque fue exactamente un tiempo para cada uno pero con la salvedad que las mejores chances de retirarse con un triunfo fue para Peñarol y el gran responsable del cero en la valla azul fue precisamente su guardameta Yian Luca Rosa.

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