Paysandú cosechó otro punto de oro

PAYSANDÚ (Especial para NORTE de El Telégrafo). Fue durísimo. Si el pasado fin de semana el punto cosechado en Salto fue prácticamente símbolo de una victoria, el logrado anoche por la selección de Paysandú en el estadio “Luis Koster” de Mercedes tuvo prácticamente el mismo sabor.
Porque Paysandú no la pasó bien, volvió a perder la brújula en el primer tiempo, y reaccionó en el segundo tiempo aunque en esta ocasión sin poder marcar la diferencia en el complemento como sí lo había hecho en el Dickinson salteño.
Más allá de que Finozzi abrió el marcador con un golazo, la tranquilidad nunca se mudó al barrio sanducero.
Luego de que el delantero picara en soledad por la derecha, ingresara al área y levantara la cabeza, todo hacía suponer que llegaría el centro al segundo palo. Y si bien la pelota se metió en el ángulo derecho del golero Ortellado, fue enviada con un toque sutil, con un efecto de novela por parte de un Finozzi que, en realidad, lo que hizo fue lo que todos suponían, aunque el efecto final fuera un golazo.
Iban solo 7 minutos de juego y era de esperar que Paysandú podría hacerse dueño del control del partido y lastimar a un equipo al que no le quedaba otra que volcarse todo en ataque teniendo en cuenta que pocos días antes había debutado con derrota en este Litoral Norte, en lares salteños.
Pero lo que podía esperarse nunca se cristalizó. Tal como sucedió en aquel primer tiempo fatídico de Paysandú en el Dickinson de Salto, el equipo de Ulises Betti perdió el rumbo, comenzó a desordenarse en la mitad de la cancha, y sufrió de una descoordinación total en la zona defensiva.
Es más: se perdió en todos los sectores y se sucumbió incluso a la hora de pelear la pelota.
El local alcanzaría la merecida igualdad por intermedio de un cabezazo de Comunale, otro que se puso el equipo al hombro adelantándose varios metros, luego de que la pelota volviera a estrellarse en el caño derecho del arco defendido por Acosta.
El gran objetivo de Paysandú para el complemento sería primero, mantener la calma; y segundo, juntarse para tocar y buscar los espacios que podría dejar un equipo local que salió decidido a marcar la diferencia, no solo presionando sino escalando metros en el terreno.
Paysandú cosechó su segundo empate consecutivo, ambos jugando como visitante, lo que hace que los resultados sean más que positivos, aunque está claro que se puede esperar mucho más de este equipo. Y es de aguardar que muestre los dientes en casa, cuando el sábado venidero reciba a Salto en el Estadio Artigas.

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