Nadie pensó en el aficionado que es quien sustenta económicamente al fútbol riverense. Nuevamente faltó dialogo y los clubes, que son los que votan y deciden, tendrán que echar mano a los escasos fondos para hacer frente a una situación deficitaria que, sin duda alguna aumentará este fin de semana.
El Consejo Juvenil fijó su actividad el pasado lunes, de tal manera que dejó sin chance alguna a la Divisional B para que adelantara el horario de sus partidos.
Algunos delegados de los clubes de la Divisional B iban a llevar la propuesta de jugar a las 12:00 y a las 14:00 horas con la finalidad que todos los aficionados y hasta los propios jugadores y dirigentes quedaran libres para mirar el clásico del fútbol uruguayo.
Es realmente inconcebible que un deportista diga que no lo atrae la realización de un partido como el que van a jugar Nacional y Peñarol.
Hasta nosotros mismos que somos bastante esquivos a publicar noticias nacionales porque consideramos que a nivel local hay mucho para informar, consideramos que toda oportunidad que se juega un clásico hay un interés superior.
El Consejo Juvenil fijó los mismos horarios y utilizando las mismas canchas, cuando había una solución muy clara, se solicitó adelantar un partido para el sábado entonces quedaban tres para el domingo, se pudo haber jugado uno en cada cancha a las 9:30 y a las 11 de la mañana todo estaba listo.
Luego vino la Divisional B y consideró que no había que cambiar el horario.
Y, para completar se registran dos situaciones que también complican la concurrencia de este fin de semana y la cobertura total de la información.
El clásico se adelanta en el horario a solicitud de UTE para que no se utilice energía y por otro el Atalaya de Vichadero fija para la hora 14:00 su partido en el “Martín Berasain” ante Peñarol por el campeonato de Clubes Campeones.
Si miramos el Boletín de Competencias de la OFI, un enorme porcentaje de partidos se van a jugar mañana sábado, muy pocos el domingo y la mayoría de ellos de mañana, solamente Atalaya y Peñarol lo hacen coincidiendo con el clásico.
Dos situaciones que quedan muy claras con estas situaciones, por un lado los clubes tendrán déficit muy importantes, y lo decimos antes para comprobar luego con los datos oficiales que se van a dar a conocer el martes venidero, y además, no hay mucho interés en la promoción de los espectáculos porque es imposible estar en todos lados para mejor informar a nuestros lectores.
Para ello debemos recurrir al apoyo de amigos que estén dispuestos no solo a colaborar sino que a perderse la posibilidad de ver el espectáculo que siempre es un clásico mucho más allá de lo poco que puedan ofrecer desde el punto de vista futbolístico.
Concretamente, el fútbol riverense sigue repartiendo la miseria y de espaldas a la gente que debería ser quien sustentara toda la actividad.
