El primer tiempo fue muy parejo, con alternativas cambiantes y con algunas escasas oportunidades de un lado y otro y con buena resolución por parte de ambos goleros.
El esfuerzo defensivo seguía dando sus frutos a tricolores y azules.
Poco se hacia en torno a buscar el gol en el arco adversario, la prioridad era el cuidado del propio y así se consumió el primer tiempo con promesa, por parte de ambos técnicos, de encontrar mejores soluciones para el complemento.
En la segunda parte Oriental fue mejor, estuvo mejores chances de anotar, marcó la diferencia en el partido y pasó a ser dominador de las acciones ofensivas dejando solamente el contragolpe para los tricolores que buscaron, con el cambio de Anderson Meneses por Eduardo Antúnez, llegar a concretar lo que hasta el momento no se podía.
Un par de minutos más tarde Nacional sufre la lesión de Elio Juan Suárez que venia siendo el jugador más importante en términos de ataque y quizás una de las esperanzas de llegar al gol.
Un nuevo cambio y Quintanilla a la cancha.
Pero la realidad establecía que Castaño, Lucas Rodríguez y Juan Manuel Silva eran los que tenían las mejores posibilidades.
Pero el fútbol, deporte maravilloso, tiene aspectos que pocas veces tiene que ver con los merecimientos y termina siendo mucho más efectivo que efectista.
Cuando restaban apenas dos minutos para el final de los ochenta minutos y cuando todos estábamos esperando únicamente el momento del pitazo final para tener media hora más de fútbol.
A la salida del área un error arbitral, la sanción de una falta inexistente contra Ruben Darío Mendoza que hábilmente se dejó caer y el remate de Víctor Rodríguez que termina con la pelota en el fondo de la red luego que la tocaran dos o tres jugadores y hasta existe la duda de una posición adelantada pero la jugada fue tan rápida que no hubo tiempo ni siquiera para la duda y los tricolores festejaron el gol.
Gol que significa el mérito al esfuerzo que también lo hizo Oriental pero que se premia únicamente a uno y en este caso fue Nacional.
Es obvio que a los tricolores poco les importó la justicia o no del resultado, la equivocación o no del árbitro y su único objetivo se vio coronado con la entrega del trofeo como campeón de la temporada.
Un equipo que supo leer el reglamento a la perfección y que lo utilizó a su favor para cambiar, probar y perder en el momento oportuno pero para acelerar, ganar y festejar cuando los puntos realmente valían.
Por eso es el campeón y también es el esfuerzo de todo el trabajo realizado en el fútbol infantil con un equipo integrado por la totalidad de estos gurises que hoy festejan un título y que volverán, el año que viene, por el bicampeonato casi con el mismo plantel.
LOS DETALLES
NACIONAL 1 ORIENTAL 0
Cancha: Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 14:30. Jueces: Anderson dos Santos, Héctor Elías Umpiérrez y Enrique Oribe Farías.
NACIONAL: Lorenzo Emanuel Bidart, Álvaro García, Víctor Emanuel Rodríguez, Igor Alvez, Leandro Carneiro, Brahiam F. Conceição, Rubén Darío Mendoza, César Federico González, Elio Juan Suárez, Ricardo Martín Jauregui y Eduardo H. Antúnez.
Cambios: Anderson Meneses por Eduardo Antúnez.
Gol: Anderson Meneses a los 38’ del segundo tiempo.
ORIENTAL: Enrique Cuña, Sebastián Venancio, Marcelo Suárez, Ronald Olaizola, Leonardo Sanguinetti, Nicolás Costa, Lucas Tironi, Anderson Sanguinetti, Juan Manuel Silva, Pablo M. Castaño y Lucas Rodríguez.
Cambio: Carlos D. Balta por Anderson Sanguinetti.