– Mucha incertidumbre en relación a la disputa del segundo encuentro final del Campeonato Rivera.
– La lluvia de la mañana dominical complicó todo al andamiaje y bajó el entusiasmo que había en relación a la disputa de este encuentro.
– En principio se dijo que se podía suspender el encuentro preliminar pero que en relación al partido de fondo se iba a resolver recién a las 18 horas.
– La tarde se presentó diferente, no llovió y ya no había dudas pero aún así las consultas seguían y muchos suponían que la Directiva ya había resuelto la suspensión tratando de evitar la presencia de los árbitros de Durazno.
– Los árbitros ya estaban en nuestra ciudad desde la mañana y a las cinco de la tarde se resolvió jugar el preliminar.
– La selección sub 18 estaba en el Estadio, luego de la charla técnica, se fueron a la cancha chica a realizar ejercicios precompetitivos pero no había rival.
– Minutos después llegaron los jugadores de Nacional y Rodrigo Mora fue el último en hacerlo.
– Cuando Lavalleja entró a la cancha para jugar la final comenzaron las primeras gotas, eran muy finas y a nadie importó.
– Pero la realidad mostraba una tribuna prácticamente vacía y cuando entró Sarandí Universitario ya había mucho más.
– Ruben Garro no habló ni una sola palabra con los capitanes, solamente se limitó al sorteo de vallas para el primer tiempo.
– Marcio Galli por Sarandí Universitario y Leandro Duarte por el decano participaron del mismo.
– Lo ganó Galli quien consultó con sus compañeros el lugar a defender en el primer tiempo.
– De escasa estatura física, con pasos cortos y tratando de estar siempre al lado de la jugada, Garro tuvo un correcto arbitraje.
– Hay dos situaciones que, sin embargo quedan en haber, una la posible expulsión de Marcio Camy por lo que debió haber sido una segunda tarjeta amarilla a los 41’ del primero tiempo y la otra un presunto penal contra Paulo Pereira que mucho reclama la parcialidad decana.
– Hay otro penal que también reclama Lavalleja pero que, en este caso, estamos seguro que no existió porque se reclama una mano intencional cuando en realidad la pelota pegó en el abdomen del defensa de Sarandí.
