El partido fue tan parejo como se había previsto, estaban en la cancha los dos mejores equipos de la categoría y de eso no cabe duda alguna.
Cuñapirú había tenido un leve descenso en cuanto a su producción deportiva mientras que los azules conservaban un nivel que habían logrado en el final de la rueda clasificatoria.
Quizás el tres a uno es exagerado en relación a lo que se vio en la cancha pero es la consecuencia lógica de un equipo que estaba ganando, pasa a perder y busca, al menos la posibilidad del empate en los minutos finales.
Fue un tiempo para cada uno y muy claro por cierto, incluso con el viento a favor de quien lo dominó.
Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron de Cuñapirú y quizás el error, (hoy es muy fácil encontrarlo), fue no haber marcado algún gol más de diferencia que le permitiera estar más cómodo en el complemento, pero la realidad también indicaba que no habían dos goles de diferencia entre ambos ni siquiera aún, al final de la primera parte.
El complemento fue de Oriental que supo jugar con el viento a favor sin la desesperación del remate al arco.
Agrandó la cancha, jugó por las puntas y lo hizo en forma casi perfecta tanto que por allí llegaron los goles.
Fue muy distinto un tiempo que el oro conformando un partido que tuvo todo lo que se necesita para ver un buen partido de fútbol.
Y el resultado final más justo hubiera sido el de dos a uno pero los tricolores se fueron arriba a buscar el gol del empate aún a sabiendas que regalaba la posibilidad del contragolpe a favor del rival.
Era lo mismo perder por uno que por dos y en ese juego de “ruleta rusa” se dio el resultado que menos esperaba, tuvo la chance de empatar y en dos oportunidades en el final del partido y luego terminó sufriendo el tercero azul como para liquidar toda la posibilidad.
Ganó Oriental el título y cualquiera que lo hubiera hecho estaba bien porque en la cancha estuvieron los mejores del año.
Felizmente hubo cordura, deportividad y una enseñanza que deben mirar y aprender quienes miran de afuera.
Oriental festejó, Cuñapirú lloró por impotencia y rabia, pero hubo un momento importante y destacable cuando los azules cruzaron la cancha y se entrelazaron en un fuerte abrazo con cada uno de sus rivales en la cancha.
Y los tricolores así lo entendieron, casi en silencio total recibieron a los campeones y los felicitaron por la obtención sin hablar una palabra pero con hechos concretos.
Una enseñanza que debería quedar grabada entre los que practican fútbol infantil y juvenil, una verdadera lección de los más chicos a los más grandes que desde la tribuna no encontraron mejor solución que aplaudir el gesto.
LOS DETALLES
ORIENTAL 3 CUÑAPIRÚ 1
Cancha: Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 15:00. Jueces: Sandro Luis Ferreira, Luis Carlos Rodríguez y Marcio Gabriel Echeverriaga.
ORIENTAL: Enzo Soares de Lima, José Ramiro Blanchet, Juan Ferrón, Maximiliano Escobar, Sebastián Gutiérrez, Lucas de León, Kevin Vargas, Anthony Scirgalea, Emerson Tejera, Espinoza y Marcelo Leal.
Cambios: Gonzalo Lima por Marcelo Leal; Maikol Maciel por Anthony Scirgalea.
Goles: Anthony Scirgalea a los 6’ y a los 40’, y Emerson Tejera a los 20’. Todos en el segundo tiempo.
CUÑAPIRÚ: Rodrigo Rodríguez, Joaquín Ferreira, Pablo Pereira, Lucas Mora, Robert López, Gabriel de Mello, Rodrigo Mendoza. Jonathan Bizera, Martín Vargas, Anthony Alvez y Jonathan López.
Cambios: Martín Mendoza por Jonathan Bizera; Matías Lacerda por Anthony Alvez.
Gol: Martín Vargas a los 15’ del primer tiempo.