Cuando se pierde porque el rival es superior no hay excusas y solamente resta felicitar al rival y establecer claramente que hubo justicia en el marcador.
La selección juvenil rojiblanca fue superior en gran parte del partido y se llevó los tres puntos desde nuestro propio estadio sin otra explicación posible.
La celeste comenzó bien y hasta parecía que el sistema táctico empleado en esta oportunidad iba a arrojar resultados positivos, tanto que a los seis minutos de juego y en la segunda chance de gol, ya estábamos ganando por uno a cero con un centro desde la izquierda y un cabezazo de Jonathan Suárez al lado contrario de donde se encontraba el golero rival.
Y hasta los quince minutos se ejerció presión ofensiva y hasta hubo la posibilidad de algún gol más.
Pero increíblemente se bajó los brazos, pasamos a perder en el medio de la cancha y a partir de allí comenzaron a surgir las mejores posibilidades para el rival.
Tacuarembó se fue adueñando del partido, comenzó a gustarle cada vez más el encuentro y se fue animando hacia la valla defendida por Enrique Cuña.
Fue entonces que comenzó a advertir los problemas defensivos que volvimos a mostrar y la línea de tres en el fondo comenzó a perder constantemente y los visitantes empezaron a aparecer en nuestra propia área.
Pero también comenzaron a ver que nuestro guardameta estaba increíblemente nervioso, perdió pelotas que normalmente no las pierde y a demostrar que bastaba acertar al arco para que el gol del empate estuviera cerca.
Nuestra única chance pasó a ser la posibilidad de finalizar la primera etapa con la victoria a favor para que, en el vestuario se corrigieran los defectos que cada vez eran más alarmantes.
Hasta se buscó con un cambio la chance de mejorar el sistema y cambiando la figura táctica pero no hubo alternativa y el gol del empate llegó antes de lo esperado pero con estricta justicia.
De nada valieron los argumentos del técnico en el vestuario porque en la cancha faltó actitud, en el complemento hubo un solo equipo en la cancha y la celeste se limitó a situaciones individuales a cargo de Lucas Couto que volvió a ser el mejor exponente celeste pero jugando sólo y debatiéndose contra toda la defensa rival.
Aún así tuvo sus posibilidades pero no se concretaron y nuevamente la justicia se hizo presente para darle a los rojiblancos la victoria, a pocos minutos del final del encuentro.
Una buena jugada de ataque y la pelota en los pies de quien hacia poco tiempo había ingresado, Rafael Ortiz, para decretar el segundo y lapidario gol de la visita que, nuevamente se lleva los tres puntos desde nuestro propio estadio.
LOS DETALLES
RIVERA 1 TACUAREMBÓ 2
Cancha: Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 20:00. Jueces: Daniel Enrico Cantos, Gary Galiano y Sergio Bicudo (terna de Artigas).
RIVERA: Enrique Fabián Cuña Alanis, Víctor Emanuel Rodríguez Ibáñez, Facundo Sian dos Reis, Bruno Nicolás González Domínguez, Ronald Federico Araújo da Silva, Igor Emanuel Alvez Flores, Ricardo Gabriel Vargas Gularte, Lucas Federico Velázquez Valiente, Luis Eduardo García Vera, Lucas Couto Silva y Jonathan Andrés Suárez Freitas.
Cambios: Santiago Gómez por Bruno González; Kevin Zabaleta por Luis Eduardo García; Edgar Presa por Jonathan Suárez.
Gol: Jonathan Suárez a los 6’ del primer tiempo.
TACUAREMBÓ: José Muñoz, Eduardo Andrés Palacios Ramos, José Luís Alvez Pintos de Araújo, Alfredo Moreno, Bryan Santiago Martínez Queirolo, Leonardo Gabriel Olavarría Martínez, Carlos Omar Bastón Rodríguez, Sebastián Sacias Roza, José María Wilkins Guerequiz, Samuel Quintana Márquez y Anthony Espino.
Cambios: Henry Sosa por Anthony Espino; Rafael Ortiz por Samuel Quintana; Enzo Palacios por Sebastian Sacias.
Goles: José Wilkins a los 35’ del primer tiempo y Rafael Ortiz a los 37’, del segundo tiempo.
