El año pasado, cuando la Comisión Directiva demoraba la designación del Dr. Robert López Pintos porque no lograba encontrarlo para comunicarle la decisión, la “Flaca”, María Inés, integrante de la Comisión Organizadora, les dijo que el homenajeado no debe consentir la decisión porque siempre va a decir que hay otros que merecen más.
En esta oportunidad, la Directiva reunió a los integrantes de la Comisión de los Juegos con mucha anterioridad y les comunicó a quien iban a homenajear en esta 36ª Edición.
María Inés quedó muy contenta porque se iba a trabajar con el tiempo suficiente.
En esa instancia se le dijo: “la homenajeada sos vos…”.
Y sucedió lo mismo que ella mismo había dicho que no debería suceder, la “Flaca” les dijo que habían otros antes que ella, que quería luego de ser abuela para que sus nietos vivieran un gran momento, pero la Directiva verdiblanco se mantuvo firme y María Inés tendrá su homenaje un par de años después que su padre.
El “Chito” fue quien no fue al Hospital cuando su madre se fue al Hospital para el nacimiento de su hija porque se fue a la sede para inscribirla como socia del club.
Es por ello que la “Flaca” vive con intensidad cada momento de Sarandí Universitario desde la más pequeña infancia, desde que salía a vender rifas, a buscar un cucharón para la comida que se organizaba en la sede, pasando por su actividad como integrante de los equipos de vóleibol y los intentos de jugar al básquetbol, ya “veterana”, hasta ser un puntal en cada de las ediciones de estos Juegos Verdiblancos.
No había otra chance, desde hace muchos años está unida a otro símbolo de los verdiblancos, Hugo Alvez de los Santos con quien integran una familia que respira en verdiblanco.
Demoraron hasta lo máximo la posibilidad de tener un hijo porque siempre había algo en Sarandí Universitario que retardaba el mejor momento hasta que llegó el momento y nació Pedro, (el “Cara”), el único heredero de la pareja.
Pero la “Flaca” no se queda quieta a la espera de la Semana de Turismo para recibir el homenaje, sigue trabajando como si la homenajeada fuera otra y solamente se aleja de las reuniones cuando se organiza el momento emotivo del acto.
Sabe que va a llorar mucho pero también aclara que ha pedido que no le pidan que hable en el acto porque no le va a salir expresión alguna.
Y como sucede en cada una de las ediciones de los Juegos Verdiblancos, la Directiva siempre acierta en la elección y ésta, obviamente, no fue la excepción.
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