– La jornada vivida en Artigas fue realmente dramática por momentos.
– En el partido preliminar hubo una tormenta eléctrica que motivó que en determinado momento, el árbitro paralizara el partido para hablar con los capitanes de ambos equipos.
– Les explicó el tema y señaló que de reiterarse los relámpagos y rayos que se veían dibujados en el cielo, el partido se paraba.
– Hubo un par de ellos e inmediatamente comenzó a llover, fueron unos quince minutos de lluvia casi torrencial pero que, al menos, cesaron los truenos y relámpagos.
– Así se terminó el primer tiempo y en la segunda parte, a pesar de la inestabilidad, no llovió.
– El partido de fondo estuvo caracterizado por una tormenta que estaba sobre el Río Cuareim pero que, al menos, permitió que el partido se jugara sin mayores contra tiempos.
– Sin embargo la tormenta estuvo en la cancha, al menos para la celeste.
– Una jornada que seguramente era de seis puntos posibles y casi seguros y nos conformamos con uno, en mayores, y pidiendo la hora a gritos porque terminamos con dos jugadores menos.
– Pero lo realmente lamentable es que volvemos a Artigas con escasez de jugadores, como en una oportunidad viajamos con trece al estadio “Matías González”, este fin de semana, y con chances de seguir adelante en el Campeonato, vamos con dieciséis, apenas cinco en el banco de suplentes cuando a las prácticas, concurren muchos más.
– No queremos ni saber si no hay un resultado positivo ante Salto donde vender una entrada ya va a costar mucho más.
– No es improbable que a los últimos partidos haya que recurrir a más jugadores de la menguada lista de cuarenta o salir a buscar a aquellos a quienes separaron del plantel porque hubo quienes no se fueron porque lo hubieran querido sino que fueron desafectados de la selección.