No es común que un equipo recién ascendido tenga una campaña como la que acaba de completar el Deportivo Colina al término de la primera rueda del certamen.
Un equipo bien integrado, con jugadores experientes, con algunos que han rendido de una forma casi increíble porque están motivados para esta instancia.
Miguelito Lemes los conduce y los conoce muy bien, tiene el dominio del grupo, hay mucha confianza entre técnico y jugadores y eso vale mucho en el momento de decidir en la cancha.
Ha tenido puntos altos pero sin duda alguna, se basa en las excelentes actuaciones que han tenido Robson Guzmao y Rafael Xavier Zacarías en el ataque.
Pero no se trata solamente de ello porque en mediacancha han sobresalido dos jugadores con mucho trayecto en el fútbol riverense como Luis Natividade Bottino y Gregory Núñez, bien acompañados por Joao Fernando Pintos, y una excelente defensa con una base en Marcelo da Silva y la confirmación de un joven que cada día juega más como José Ignacio Lemes.
Todo ello con un arco muy bien cubierto al punto de haber sido de vital importancia en algunos puntos logrados, como por ejemplo con penales atajados a Huracán, en la hora, contra Sarandí, en la hora y contra Oriental cuando ya perdían por uno a cero y luego lo termina ganando.
Buenos laterales como Maicon Viera y Miguel Altamiranda y otro grupo de jugadores que respondieron en toda oportunidad que fueron llamados a integrarse como Anthony Márquez, José Eugenio Suárez, Claudio Macedo, Hugo Gabriel Pérez, Miqueas Silva, Fabio Martínez, Tális Coelho da Silveira, Vinicius Pereira y, por si fuera poco, en estas últimas fechas la llegada de Leandro Duarte.
Y no hubo posibilidad alguna para Rampla Juniors que ya a los pocos minutos perdía el partido y de nada sirvió el empate transitorio logrado por el rojiverde porque el Deportivo Colina no se quedó y terminó el primer tiempo ganando por tres a uno, un resultado plenamente justificado.
Tres goles más en el complemento y con goleada incluida, los del Armour confirmaron su buena actuación en la rueda y, con estricta justicia, se consagraron campeones y esperan a los rivales en la definición del certamen cuando todos suponían que llegaban solamente con el objetivo de continuar en Primera División.
EXCELENTE EL ORDEN DE ORIENTAL
PARA MANTENER EL GOL DE VENTAJA
Oriental ganó el clásico ante Sarandí Universitario en partido muy parejo y donde la diferencia estuvo en algunos aspectos salientes del partido.
En primer término el gol azul, logrado luego que el propio Richard Gómez ya había tenido dos chances anteriores y termina cabeceando ante la pasividad de los verdiblancos en el fondo.
Iban apenas veintiún minutos de juego y restaban más de tres cuartas partes del encuentro.
Importa también establecer claramente que la ofensiva de Sarandí no ofendió demasiado y los zagueros de Oriental se sobraron para dominar esa zona.
Quizás lo único que Oriental no pudo dominar nunca fueron las ejecuciones de remates libres por parte de Petter Gonzalo Rocha.
Cuando iba directamente al arco terminaba en las seguras manos de Luca Rosa y cuando iba pasada buscando a sus compañeros, estos llegaron siempre tarde.
Así se fue la primera parte y restaba aún un tiempo entero.
Oriental fue muy seguro en defensa y los cambios ayudaron a fortalecer el mediocampo pero con proyección ofensivo como en el caso de Luis Dornell.
Pero Valentín Silveira y Carlos Lemos terminaron por cerrar el partido en el momento preciso en un acierto de la dirección técnica del azul.
Sin embargo quedaban los tiros libres por resolver y Oriental dio muchas ventajas en ese rubro al extremo que bombardearon al golero azul en el final del partido buscando el empate.
Petter Rocha ya no estaba en condiciones de ejecutarlos porque estaba cansado y lesionado, así se lo veía, y los remates quedaron a disposición de otros, y no es lo mismo, pero aun así, varios terminaron con remates posteriores que terminaron, todos en las manos del mejor jugador de la cancha, por su trascendencia e importancia en el resultado final, Yian Luca Rosa.
