Una de las resoluciones adoptadas el pasado martes por el Consejo Ejecutivo de la Organización del Fútbol del Interior está referido a la suspensión de toda la actividad en el marco de la séptima edición de la Copa de Clubes Campeones.
La decisión fue adoptada en virtud de la importancia de las finales del Campeonato del Mundo en Sudáfrica.
En realidad había mucha expectativa en relación al tema y se buscó evitar que los clubes del interior se perdieran la gran posibilidad de ver los partidos más importantes de la justa ecuménica.
Todo pasa porque las sesiones del Ejecutivo se realizan los martes porque de lo contrario se podía haber optado por jugar el domingo dejando libre la fecha del sábado para que puedan presenciar el partido de Uruguay.
En realidad consideramos que los ocho clubes clasificados a esta instancia de cuartos de finales no pueden haber aceptado de buena manera la decisión puesto que se trata de un certamen altamente deficitario para los clubes a menos que la propio OFI, lo que parece muy difícil, se encargue de subvencionar una semana de trabajo y alimentación a cada uno de los ocho planteles que llegan a esta definición.
Por lo pronto el certamen continuará recién la semana que viene perjudicando el normal funcionamiento de los campeonatos locales ya que los clubes que participan comienzan a acumular partidos atrasados que son los que luego atrasan los calendarios locales en perjuicio de las selecciones que deben jugar los torneos regionales de Confederaciones que ya no cumplen ninguna función.
