El grito baja desde el Cerro del Marco y retumba en toda Rivera porque el albiceleste se consagró campeón de la Divisional B en partido plagado de emociones.
La realidad indicaba que al contar, en una final con los dos equipos ascendidos, no iba a brillar con todo el esplendor del significado de la palabra final de campeonato.
Sin embargo cuan equivocado estábamos porque los dos se brindaron por entero buscando el placer de la gloria.
Hubo emociones al por mayor, buenas jugadas, buenos jugadores y el entusiasmo de unos y otros por la victoria que los colocara un paso más adelante del ascenso.
El primer tiempo casi excelente, bajo la producción futbolística de ambos en la parte complementaria donde se dedicaron mucho más a cuidar el resultado que a salir a buscarlo.
Poco a poco nos fuimos encaminando al alargue con la casi segura convicción que el riesgo era dejar de defender para salir a buscar el gol del triunfo.
Fue así que llegaron al alargue y con el mismo cuidado que el final del partido.
Ya se preveía la definición por penales, una definición tan injusta como muchas situaciones de este mismo campeonato.
Un equipo que estadísticamente era muy superior en todos los aspectos, se enfrentaba a uno que utilizó el reglamento a su manera y llegó a esta instancia mejor posicionado que su oponente.
Y en los penales no es la suerte sino la categoría de unos y la eficacia de un buen golero que defendió en el momento preciso.
Cerro eligió mejor y puso, entre los primeros tres a sus tres mejores exponentes con pelota quieta.
Robert Cañete, Marcos Ramos y Marcio Galli y los tres convirtieron.
Frontera tuvo a Sotelo y Paulo Pereira como primeros ejecutantes y en ambas oportunidades el golero de Cerro les contuvo el balón.
Cuando Martín Núñez fue a rematar el suyo el partido ya estaba prácticamente definido y la pelota se fue afuera como para ayudar en una definición que ya tenía dueño.
En definitiva y dentro de la injusticia que significa definir un título por peales, el que ganó lo mereció por haber sido superior a lo largo del año y hoy festeja por partida doble, el título y el ascenso.
Frontera Rivera Chico cumplió con el ascenso deseado. Un año en la B y ya regresa a Primera acompañado de un barrio que no lo deja solo en instancias como las de este domingo.