Se veía venir, porque el calor del sábado a la tarde no era normal. Ya el primer partido se jugó con una temperatura superior a la normal para esta época del año y, a pesar que comenzaba la primavera, el termómetro se fue muy arriba, tanto que el árbitro debió otorgar un minuto libre en cada tiempo para que los jugadores pudieran refrescarse.
En el segundo encuentro, y a poco del comienzo de la segunda parte, se iniciaba una lluvia que tuvo características importantes en determinado momento al punto de dejar huellas en el campo de juego. Pero luego cesó y el partido terminó sin inconvenientes.
De noche se iniciaba una tormenta que tuvo su punto alto próximo a la una de la madrugada del domingo pero, en realidad fue mucho más ruido que lluvia.
En las primeras horas de la mañana, próximo a las 7:00, el teléfono ya sonaba en forma insistente. El aficionado, el jugador de fútbol y hasta los propios dirigentes y técnicos de clubes querían saber qué iba a suceder, pero no había aún una decisión tomada.
A las siete y media Samuel Alonso salía a recorrer los escenarios de juego designados para la fecha de la categoría sub-17 y rápidamente envió fotografías del Complejo Deportivo “Bernardino Freitas”, donde había algo de agua pero aún así no estaba convencido de suspender la actividad, lo que confirmó minutos más tarde al ver los anuncios del INUMET respecto a una alerta roja para esta parte del país.
Y la medida se adoptó dentro del plazo reglamentario, exactamente cuatro o cinco minutos antes de las ocho de la mañana. Luego se desató la lluvia, confirmando el acierto de la medida.
Ya a esa altura de los acontecimientos y con mucho tiempo por delante, la decisión de Primera División era obvia. Se debía jugar a las dos de la tarde en el Parque “Pedro Maciel” y a las nueve de la mañana ya era imposible llegar hasta la cancha de Peñarol.
Pero la dirigencia de Primera División se tomó el tiempo necesario y ante la insistencia de las precipitaciones pluviales se resolvió suspender la actividad que completaba la quinta fecha del Campeonato Rivera.
Esta noche, en las sesiones de los Consejos de Juveniles y Primera División, se habrá de adoptar una decisión al respecto porque lo resuelto es que los partidos suspendidos en Primera División se deben jugar entre semana en el Estadio Municipal.
Ni habrá condiciones de hacerlo porque los anuncios meteorológicos no son nada alentadores ni se cederán las instalaciones del estadio debido a la lluvia ya caída. Delegados y neutrales tendrán la palabra.