El pasado fin de semana se concretó el sueño largamente anhelado por unos pocos hasta que surgió el apoyo de la División Deportes que le dio el impulso de los cursos en acuerdos con la Federación Uruguaya.
Primero se perfeccionaron a técnicos, luego a árbitros y hoy ya se conforma lo que es la primera Liga fuera de los límites territoriales de Montevideo.
Sin duda alguna que la presencia de Gustavo Laclau en el medio y con una trayectoria de una década al costado de una cancha tratando de alentar un movimiento que, al principio no contaba con el apoyo de muchos.
Cuando aparece la División Deportes, junto llega Enrique Belo, que es un gestor de primera línea para estos casos y acercó a la Federación Uruguaya.
En nuestro medio se dio el comienzo de la actividad competitiva y la participación de Tacuarembó y Salto.
Decenas de jóvenes, muchos acompañados por sus padres y familiares, los técnicos y muchos curiosos que concurrieron a Nacional y Telégrafo con la finalidad de presenciar un espectáculo que, para nuestro medio, es inédito.
Es lógico que hoy, con la Liga en marcha, todos pensamos en la gran posibilidad de contar con el Polideportivo Don Bosco para contar con una cancha con medidas reglamentarias para justas, al menos nacionales.
Nadie puede dudar que se trata de un deporte en franco ascenso a nivel del país y que ya hay muy buenas actuaciones a nivel internacional.
Rivera es pionero en este emprendimiento y, lo que es mucho mejor, que hubo conformidad por parte de todos.
El propio Gustavo Laclau nos relató que los visitantes se fueron gratamente impresionados por la organización y ello siempre es muy bueno. Ahora le toca el turno a los demás. Más información en la edición impresa.