Fue el pasado miércoles 3 de junio, a la nochecita. Haciendo una cuenta rápida, habrán participado ochenta personas, mayoría de mujeres, y algunos pocos, pero solidarios hombres. En Plaza Flores, en una noche húmeda. La mayoría de las mujeres y hombres se vistieron de negro. No podía ser de otra manera. Se trataba de reivindicar y sensibilizar a nuestras sociedades contra el absurdo del asesinato a mujeres a manos de hombres (femicidio). Según cifras no oficiales en lo que va de los seis meses del año, murieron 20 mujeres.
Indignación, sensación que así no se puede, de que así no se debe, de que algo hay que hacer. La convocatoria partió de fuera de los límites del departamento y junto a las organizaciones feministas o de género uruguayas como Mujeres de Negro y bajo la consigna “Ni una mujer Menos”, se replicó la acción en nuestra frontera apoyados por colectivos de ambas ciudades.
Mariela Gonzáles, de Mujeres de Negro, lo dijo claramente al finalizar el acto: “¡Lo hicimos! ¡Con la cara y el coraje! ¡Con aciertos y errores! Sin el apoyo de nadie más que el de nosotras mismas, ganando en experiencia”.
Este fue un genuino espacio conquistado por la sociedad civil y en especial por mujeres independientes de banderías políticas e institucionales. Digno de celebración.
Se me convocó para realizar un performance. Lo hicimos. El Piojo Turnes se encargó de hacernos los carteles, con 20 mujeres que estaban en la plaza, de diversas edades y condiciones, se ensayó brevemente la propuesta titulada: “Palabra de Mujer” (en clara referencia a la “palabra del hombre”, como palabra dominante histórica y culturalmente).
En cada cartel de cartulina negra estaba escrito el nombre en plural de una mujer (elegida aleatoriamente). Cuando se las nombraba las mujeres, las “perforwomans” levantaban el cartel y en voz en cuello decían el nombre de la presunta mujer asesinada.
Al performance lo dividimos en tres momentos: la lectura de un texto de Verónica Loss donde cuenta de una situación real de discriminación sexista en un comercio de nuestra frontera; un texto de Eduardo Galeano “El Sistema” y, finalmente, un texto escrito especialmente para el performance y que transcribimos aquí:
Devolvernos la Palabra. Tomarla por asalto. La Palabra es Mujer. (ALEJANDRAS 1) La Mujer es Palabra. Hace nacer. (MARIAS 2) Grávida de palabras: niño, niña, madre, trabajo, cariño, cuidado, lucha, admiración, antorcha, fuego. (ANAS 3) La Mujer en Femenino grita palabras como Justicia y Dignidad. Ninguém e de ninguém. (LAURAS 4) Las palabras como gestos, como cuerpos, deben celebrarse en tanto fiesta del encuentro (CLAUDIAS 5).
Hay 20 palabras que no serán dichas en Uruguay (VERONICAS 6). 20 Nombres que no serán celebrados. (CAMILAS 7) Hay 20 mujeres con sus nombres muertas. Serán lloradas. Y nosotros las recordaremos (JUSARAS 8). Re-cordis. Volveremos a pasarlas por el corazón. (HELENAS 9).
Hasta ayer fueron 20. (SILVIAS 10) ¿Habrá, hoy, alguna una otra? (PAOLAS 11) En un mundo regido por el capitalismo global y salvaje (TATIANAS 12) ser una menos, será tan solo estadística y nada más. (MARTAS 13) ¿Nada más? ¿Qué es ser humano? ¿Qué es ser mujer? (FLAVIAS 14).
El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres, (BEATRICES 15) del poder falocrático. (CARLAS 16).
“No se nace sino que se deviene mujer” lo ha dicho la preclara Simone de Beauvoir. (SIMONES 17).
Hoy habrá 20 mujeres sin cumplir años. (REGINAS 18) hijos sin madres, féminas sin proyecto y sin futuro (IVETES 19) Nada para celebrar. Denunciar ahora, para anunciar, algún día, el fin de tanta infamia. (CLARAS 20) Nunca mudas. (Repiten TODAS) ¡Ni una menos! STOP.