El artista es un hombre de este pueblo, estrechamente identificado con sus “jeitinhos” propios, con sus costumbres peculiares que lo distinguen, sin embargo pagando el alto costo de un despegue comercial y productivo que llevan a que su propia identidad esté en riesgo.
Los Olintho, Bisio o Cazarré, se van perdiendo de la memoria colectiva y en definitiva nos vamos transformando en un pueblo que crece con raíces muy endebles, por ahí pasa el mayor argumento del artista, la intención de rescatar un patrimonio muy rico que deberá volver a “enfeitiçar” a su propia gente.
Se trata seguramente una buena manera de reencontrarnos con nosotros, con los fantasmas de la María Fumaça, Catalino o Negro Terra que tal vez por un segundo nos devuelvan aromas a María Mol, carretas de sandías o camiones de naranjas o tal vez nos trasladen a aquél Cerro del Marco bien pero bien de Rivera, aquel del “Farolito” y la “gurisada de pé no chão”.
La exposición es entonces un buen pretexto, para desde el arte de Miguel Armand Ugón, rescatar lo que no debimos haber perdido. La muestra está expuesta en la Sala Cultural de ANTEL y permanecerá abierta, en el horario de 9:00 a 17:30 horas, hasta el día 11 de mayo próximo.
Fotografía: Edilberto “Chango” Chalela.
