El pasado viernes en Sala Cultural de ANTEL, el Dr. Mario Burgos (oriundo de Cerro Largo), presentó su libro titulado “Complot a la Uruguaya” para demostrar con hechos que el ex Intendente arachán, Villanueva Saravia, que falleció en el año 1998, no se suicidó, sino que lo mataron.
En rueda de prensa el escritor cuyo libro fue publicado por la Editorial Planeta, respondió a todas las interrogantes que se le hicieron.
Manifestó que este libro lo escribió por la reivindicación de la gente del interior, que después de la muerte de Villanueva se escribieron cuatro libros, escritos por gente de Montevideo que llegó a su departamento a investigar sobre el joven intendente y sacaron sus conclusiones sin conocerlo, ni a él ni a Melo, ni a todo Cerro Largo, ni los códigos que a ellos los vinculan.
Esto entonces, continuó diciendo, es un absurdo. Hay que permanecer más de veinte días en un lugar para entenderlo y saber que es lo que sucede.
Su libro está escrito desde la perspectiva de un hombre del interior, que conoció bien a Villita y fue protagonista de muchos de los hechos que eventualmente motivaron lo que para él, fue su homicidio.
En el Gobierno de la Intendencia de Saravia, el Dr. Burgos fue Director del Departamento Jurídico desde 1996, además cuenta con una larga trayectoria de militancia política.
Siendo Villa un animal político y también Burgos, resultaba muy difícil que no lo vieran “embretado” (apresado, encerrado) totalmente.
Con lo que hacía el Intendente y él se metía, fue su Abogado personal, el hombre de consultas políticas y lo acompañó en sus últimas batallas.
Hay quien se dice especialista en Derecho Penal o Procesal o Administrativo, pero a él, Saravia lo enseñó a ser internista en materia jurídica, al saber de todo esto.
Haciendo referencia a visión focalizada que hay en el país con respecto a los homicidios, a los muertos y a los desaparecidos, porque hay cosas que se publican si son demasiado viejas sobre personajes históricos, o el tema tiene que estar focalizado ideológicamente a cierto determinado tipo de muertos.
Cuando Burgos comenzó a escribir este libro en el año 2003, buscó por varios años una Editorial que le publicara y no lo consiguió.
Por suerte este pasado año, la Editorial Planeta que es una multinacional se interesó por su obra y se animó a publicarlo.
Todo porque el libro es una investigación sobre la investigación donde cuenta lo que vivió, como lo pasó, como lo vivió y lo que sabe, hasta la muerte de Villanueva y hasta el golpe de Estado que dio el Ministro Hierro López en Cerro Largo, manejando la sucesión del Intendente.
Luego pasaron diez meses y se encontraron con una investigación a base de rumores y el 30 de junio de 1999 se archivó, diez meses de lo sucedido.
Cuando comenzó a estudiar ese expediente se dio cuenta que no se había investigado nada, siendo una terrible, espantosa farsa.
Toda la farsa fue desprolija, que a partir de los documentos que se incorporaron al expediente y es en lo único que se basa.
La posibilidad que tuvo fue de demostrar ciertamente que no es posible e imposible que Villanueva Saravia hubiese recibido el impacto de bala que lo mató, en la posición que encontraron su cuerpo.
“Las heridas o lesiones que recibió, son totalmente incompatibles con el proyectil, que dijeron lo había utilizado para auto eliminarse y otra serie de elementos que demuestran que es imposible que se hubiese matado. Si él no se mató, lo mataron”, expresó Burgos.
“¿Por qué no se investigó? ¿Por qué no se vio lo que se debió ver y no se quiso ver?”, se cuestionó.
El lector encontrará en el libro, una investigación de investigación con nombres propios, como: el fulano dijo, el perito afirmó tal cosa. Se hicieron determinados tipos de pruebas que el lector podrá analizar su rigor, sin necesidad de ser un experto.
Este libro es el primer paso, ya que faltaron muchas cosas que quedaron sin agregar.
Hizo referencia a la visita que hizo Villanueva a Rivera a reunirse con dirigentes nacionalistas y dijo que esta visita por los temas expuestos, tendrían que tener repercusión nacional, como que anunció que en la fiesta del arroz que se haría un día después de su muerte, que iría a tirar “chumbo grueso” contra el herrerismo y se sabría quien era quien, en su enfrentamiento directo con el Dr. Lacalle.
Hubo dos lugares que son vitales en la conexión previa a la muerte de Saravia. Rivera y Río Branco, dos puntos fronterizos.
El revólver con el que lo mataron, fue entregado a la viuda después de cinco o seis años de su muerte.
Sobre la desaparición del cráneo años después de su muerte explicó que la información que tiene es que el abuelo cuando fue a incinerar sus restos, se encontró con que faltaba la mitad del cráneo, justamente en el lugar donde estaban los orificios de salida del proyectil.
Lo que debería haber hecho el abuelo en ese momento, habría sido suspender la incineración, citar la presencia del Juzgado con su escribano, para constatar antes de abrir el féretro en que condiciones se encontraba y que había adentro.
Este hecho lo adjudicó como parte del complot del silencio que se armó después.
Preguntado porque llevó tanto tiempo en publicar el libro, contestó que no encontraba una editorial que lo publicara en su original. La mayoría de las editoriales querían que escribiera una novelita.
Finalizó diciendo que este era el momento exacto de su publicación porque hoy el Poder Judicial, está más cuestionado en cuanto a su legitimidad, hay Procuradores del Estado procesados por hechos de corrupción; quienes eran Fiscales en aquel momento como el Presidente de la Asociación de Magistrados del Ministerio Público fue procesado por delito con prisión, delito de corrupción.
Hay jueces que están yéndose del Poder Judicial como Álvarez Petraglia, porque se sienten presionados y todo ese tipo de cosas hacen que este momento, “el pensamiento y los últimos hechos de Saravia estén más vigentes que nunca”.
