¿Ficción o realidad? (Ud. podrá elegir)

El texto de Vero también me interpela (el que escribió en Facebook). Es cierto, estamos en un proceso de deconstrucción de nuestros modelos machistas y patriarcales, tal vez a mí me lleve toda la vida (y quien sabe tantas vidas más).
Frente a las denuncias de las que fuimos objeto, hace alrededor de 2 años atrás, puedo afirmar que pocas veces me he pronunciado en redes sociales, por la sencilla razón de no darle la importancia que para mí nunca tuvo, por ser mentirosas e infames. Buscaban esos seres enchastrarnos en nuestro honor y en nuestra integridad moral, política, social, cultural.
No lo lograron. No lo lograrán. A pesar de que no la pasamos muy bien, claro está. La denuncia se originó hacia mi persona e invadió la vida de mi compañera, con una crueldad y virulencia pocas veces vista. Sin embargo, estamos juntos, juntos enfrentamos esta pelea más, de las muchas que nos ha tocado enfrentar y vencer.
Fueron dos años donde nos pegaron donde más duele, en nuestra familia, en nuestro hijo (las barbaridades que dijeron no tienen nombre), en la militancia de mi compañera y en el chusmerío en sordina en el ambiente laboral, político, social.
A la denuncia fundada en pruebas inexistentes, la policía y el poder judicial, sencillamente, no le dieron pelota. En lo que va de estos años, NUNCA nos citaron a declarar.
Por el contrario, fuimos nosotros (a través de nuestra abogada, en aquel entonces) quienes presentamos una denuncia por difamación e injurias, y por la que sí (ahora sí), nos citaron a declarar a nosotros dos, a algunos testigos y a los promotores del susodicho escracho moral contra nosotros.
Resulta que ahora, hace unos días atrás sale publicada una carta donde se reiteran las mismas estupideces de antes.
Conocen la metáfora de la gota que rebasa el vaso, ¿no?
Entonces, así estamos, nos han dado nuevos elementos para reabrir otra causa a nivel político y jurídico (¿Les conté que TODAS las personas que nos denunciaron son de la MISMA fuerza política?, ¿y que actúan de forma coordinada, similar a un grupo criminal y organizado? Curioso, ¿no?)
Allá vamos, estamos cansados. Pero que nadie se mueva a error. ¡Tenemos con nosotros la fuerza de la razón y de la verdad! Y nos mueve (no la venganza, no) sino la potencia de la alegría (al decir de Spinoza) y que las cosas guarden su lugar y su orden.
Nosotros tenemos la potencia, ellos la prepotencia.
Vamos, nuevamente, vestidos con las «armas de Jorge», como cantaba Ben Jor, y con nuestras pruebas en la mano.
Hasta que no les quede otra que esconder sus cabezas en algún agujero maloliente (tampoco les va a resultar), o tengan que pedirnos reiteradas disculpas públicas, y/o desembolsar algunas monedas, o lo que podrá ser aún peor: pasar de ser ciudadanos probos y de recta moral (ellos de vicios privados y públicas virtudes), a ser señalados como hipócritas y mentirosos de marca mayor.

Diario NORTE: